El récord de 12 años consecutivos de Benjamin Netanyahu como primer ministro de Israel llegaron a su fin el domingo, después de que el parlamento aprobó un nuevo “gobierno del cambio” liderado por el nacionalista Naftali Bennett, un escenario improbable que pocos israelíes habrían imaginado.

Pero el escaso voto de confianza de 60 a 59 en una coalición de partidos de izquierda, centristas, de derecha y árabes con poco en común excepto el deseo de derrocar a Netanyahu, solo resaltó su probable fragilidad.

Al dirigirse al parlamento antes de la juramentación de Bennett, un combativo Netanyahu dijo: “Si estamos destinados a entrar en la oposición, lo haremos con la cabeza en alto hasta que podamos derribarlo”.

Eso sucederá, agregó Netanyahu, de 71 años, “antes de lo que la gente piensa”.

El nuevo gobierno, formado después de una elección no concluyente del 23 de marzo, planea en gran medida evitar movimientos radicales en cuestiones internacionales candentes, como la política hacia los palestinos, y centrarse en cambio en las reformas internas.

Los palestinos no se sintieron conmovidos por el cambio de administración y predijeron que Bennett, un exjefe de defensa que aboga por anexar partes de la ocupada Cisjordania, seguiría la misma agenda de derecha que el líder del partido Likud, Netanyahu.

Netanyahu es el líder que más tiempo ha ocupado el cargo en la historia de Israel y era primer ministro desde 2009, tras un primer mandato de 1996 a 1999. No obstante, se vio debilitado por sus reiterados fracasos a la hora de lograr victorias electorales desde 2019 y por un juicio por corrupción en marcha, en el que niega haber cometido irregularidades.

Según el acuerdo de coalición, Bennett, un judío ortodoxo de 49 años y millonario del sector de la alta tecnología, será reemplazado como primer ministro por el centrista Yair Lapid, de 57 años y popular expresentador de televisión, en 2023.

Interrumpido por los continuos gritos de “vergüenza” y “mentiroso” de los leales a Netanyahu en el parlamento, Bennett agradeció al ex primer ministro por su “servicio prolongado y lleno de logros en nombre del Estado de Israel”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó a Bennett, Lapid y al resto del nuevo gabinete y dijo que esperaba trabajar con Bennett para fortalecer la relación “estrecha y duradera” entre sus dos países.

“Mi administración está totalmente comprometida a trabajar con el nuevo gobierno israelí para promover la seguridad, la estabilidad y la paz para los israelíes, palestinos y el pueblo en toda la región en general”, dijo Biden en un comunicado.

Al dirigirse al parlamento, Bennett se hizo eco del llamado de Netanyahu para que Estados Unidos no regrese al pacto nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales, un acuerdo derogado por el predecesor de Biden, Donald Trump.

La renovación del acuerdo nuclear con Irán es un error, un error que nuevamente otorgaría legitimación a uno de los regímenes más oscuros y violentos del mundo. Israel no permitirá que Irán se equipe con armas nucleares,

dijo Bennett