Irán empezó a enriquecer uranio a más del 4.5%, por encima del límite fijado en el acuerdo internacional de 2015 sobre su cada vez más frágil programa nuclear.
“Esta mañana Irán superó el umbral del 4.5% en el enriquecimiento de uranio”, declaró el portavoz de la organización iraní de energía atómica, Behruz Kamalvandi, según la agencia semioficial Isna.
“Este grado de pureza es perfectamente suficiente para las necesidades del país en combustible para la central nuclear de electricidad”, sostuvo.
Estos niveles están lejos del 90% necesario para la fabricación de una bomba atómica, pero debilita aún más el acuerdo de Viena de 2015, en riesgo desde la retirada unilateral de Estados Unidos en mayo de 2018 y el restablecimiento de las sanciones económicas estadounidenses contra Teherán.
Como respuesta a esa decisión de Washington, el gobierno de Teherán anunció el 8 de mayo que empezaría a liberarse de algunos compromisos asumidos en Viena, para forzar a las otras partes del acuerdo (Alemania, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia) a ayudarlo a contener las sanciones estadounidenses que asfixian su economía.
La Unión Europea, que aseguró estar muy “preocupada” por los más recientes anuncios iraníes, instó “encarecidamente a Irán a detener y revertir todas las actividades que sean incompatibles con los compromisos contraídos” en el acuerdo nuclear de Viena.
Advertencia a Europa
Este lunes, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Abas Musavi, advirtió a Europa a que no contribuya a generar más tensión.
“Si Francia, Reino Unido y Alemania, partes del acuerdo nuclear iraní, se “comportaran de manera extraña e inesperada entonces saltaríamos todas las etapas siguientes (del plan de reducción de los compromisos) y ejecutaríamos la última”, declaró Musavi, en rueda de prensa en Teherán.
El domingo, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo que la supervivencia del acuerdo de Viena dependía de los europeos.
Londres y Berlín habían exhortado el domingo a Teherán a que revocara su decisión y París expresó su “gran preocupación” y pidió a Irán cesar toda actividad “no conforme” con el acuerdo de Viena.
‘Todas las opciones son posibles’
Al responder a la prensa sobre si una salida del acuerdo de Viena y del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) estaban sobre la mesa, Mousavi reiteró: “Todas las opciones, incluso esa, son posibles en el futuro, pero no se ha tomado alguna decisión”.
China y Rusia, integrantes del acuerdo nuclear iraní, reaccionaron igualmente a los últimos desarrollos.
En Pekín, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores estimó que “la presión máxima de Estados Unidos sobre Irán (era) la fuente de la crisis nuclear iraní”.
Pero Rusia, aliado de la República islámica, pidió a Teherán “no ceder a las emociones” y respetar “las disposiciones esenciales” del acuerdo, pese la presión de Washington.