Tras el terremoto de 7.2° Richter registrado durante el sábado pasado en Haití, la suma de fallecidos suma cerca de 1,300, de acuerdo con información que distintas fuentes confirmaron a AFP.
“La cantidad de personas muertas por el terremoto creció a 1,297 al 15 de agosto”, dijo el servicio que poco antes había reportado 724 decesos. También actualizó a más de 5,700 la cantidad de heridos que era de 2,800.
Por otra parte, los esfuerzos para ayudar a las víctimas podrían verse obstaculizados a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, con la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones, informó el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
El Ministerio de Salud envió personal y medicamentos a la península del suroeste, pero la logística de emergencia también se ve comprometida por la inseguridad que asola Haití desde hace meses.
La única carretera que une la capital con la mitad sur atraviesa en poco más de dos kilómetros el barrio pobre de Martissant, que está bajo el control de bandas armadas desde principios de junio, impidiendo la libre circulación.
Los pocos hospitales de las zonas afectadas tienen dificultades para prestar atención de urgencia.
Países envían ayuda
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores (SRE), dio a conocer que, por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, México enviaría ayuda humanitaria a Haití.
“Ya se está cargando el primer envío de medicamentos, equipo y víveres para despegar a Haití y llevarles el apoyo de México conforme a lo instruido por el Presidente López Obrador”, escribió el secretario en su cuenta oficial de Twitter.
Descarga hoy de 15.4 toneladas de ayuda humanitaria en Puerto Príncipe, Haití. México solidario. pic.twitter.com/rgEreZHtn5
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 16, 2021
Hasta el momento, el gobierno federal ha enviado dos aviones con cargamentos de ayuda humanitaria con dirección a Puerto Príncipe, Haití, se espera que un tercer avión llegue esta tarde..
Por su parte, el presidente mexicano dijo que su gobierno decidió apoyar y que lo seguirán haciendo porque “nada humano es ajeno”, agregó que deben olvidarse las fronteras y que se necesita aplicar el criterio de la fraternidad universal.
“Los que, voluntariamente, puedan hacerlo (ayudar), vamos a establecer un mecanismo para que se brinde solidaridad”, comentó el presidente durante su conferencia matutina.
Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, dio a conocer detalles sobre lo acontecido en la isla caribeña y, añadió, que el gobierno mexicano envió dos aeronaves C-295, mejor conocido como “caza”, con cargamentos que contienen 15.4 toneladas de insumos repartidos entre despensa, medicamentos, agua embotellada y leche en polvo.
Asimismo, otros países como Estados Unidos, República Dominicana y Ecuador ya han ofrecido su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos.
El Ejército estadounidense anunció la creación de una misión militar conjunta que se suma al despliegue de un equipo que evaluará la situación en la zona del desastre. Cuatro helicópteros fueron igualmente movilizados para servir de transporte.
El primer ministro Ariel Henry, que declaró el sábado el estado de emergencia durante un mes en los cuatro departamentos afectados por la catástrofe, agradeció el domingo a la comunidad internacional.
“Queremos dar una respuesta más adecuada que en el 2010 tras el terremoto. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada por la Dirección de Protección Civil”, exigió el jefe del gobierno, al tiempo que llamó a sus conciudadanos a la “unidad nacional”.
“Olvidemos nuestras rencillas”, abogó.
El trauma del 2010
El país más pobre de América aún guarda en la memoria el terremoto de magnitud 7° registrado el 12 de enero del 2010, que dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas.
Más de 200,000 personas murieron y otras 300,000 resultaron heridas, mientras un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar.
Los esfuerzos del país por recuperarse de la catástrofe se vieron frenados por la grave inestabilidad política.
Once años después, la isla sigue sumida en una aguda crisis sociopolítica, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moise el mes pasado.
Con información de AFP