Grecia tiene su primera presidenta: Ekaterini Sakellaropoulou, quien se integra al círculo aún reducido de mujeres que ocupan los cargos más altos en un país de la Unión Europea después de obtener el respaldo de la mayoría de los miembros del Parlamento este miércoles.

La magistrada de 64 años, quien fue la primera mujer en presidir el Consejo de Estado -el máximo tribunal administrativo del país- sucederá en el cargo a Prokopis Pavlopoulos, cuyo mandato de cinco años expira en marzo. 

La elección de Sakellaropoulou se da en medio de un acuerdo pocas veces visto en el Parlamento griego.

El fracaso del Consejo de los Helenos en la elección de un presidente fue una de las mayores problemáticas de la política griega durante las últimas décadas, que a menudo desembocaba en nuevas elecciones. 

Una reciente reforma contempla que el proceso de selección de un presidente puede llegar a tomar cinco rondas de votaciones, con un umbral que comienza en 200 votos y que va disminuyendo gradualmente hasta llegar a la mayoría simple de los presentes en la sala. 

Sin embargo, en el habitualmente fragmentado mundo de la política griega, la candidata del partido conservador tuvo el apoyo de la oposición, incluyendo el izquierdista Syriza, que perdió el poder en las elecciones del pasado julio.

Sakellaropoulou, también activista para la defensa de los derechos humanos, fue respaldada por 261 de los 300 miembros del Parlamento.

Procedente de la ciudad norteña de Salónica, la magistrada se convirtió en la primera mujer al frente del Consejo de Estado en 2018 con el apoyo del entonces Gobierno de izquierda.

Las mujeres en el poder de la UE

A pesar de que en años recientes las mujeres se han abierto espacios en las esferas de poder europeas, en países como Croacia, el cargo de presidente, que ostenta la conservadora Kolinda Grabar Kitarovic desde 2015, es más bien un título honorario.

En contraste, en Alemania, una de las economías más sólidas del mundo, la gestión de Angela Merkel, quien dirige la nación desde 2005, ha estado en la boca de la opinión pública internacional durante los últimos 15 años. 

Las mujeres han llegado al poder en otros países como Dinamarca, Estonia, Eslovaquia, Georgia, Serbia, así como en tres territorios de la Europa septentrional: Noruega, Islandia y Finlandia, tres de las naciones más desarrolladas del mundo.

Con información de AFP y Reuters