La economía da señales de recuperación y los analistas de Goldman Sachs hicieron dos predicciones sobre la zona euro, destacando cuándo creen que el Banco Central Europeo levantará sus medidas de estímulo sin precedentes y también sugirieron que ya no se puede confiar en las medidas de austeridad. 

Los cambios en las expectativas dieron inicio hace unos días cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) actualizó sus pronósticos y en el que los miembros del banco central estiman una alza en la tasa de referencia hacia 2023. 

En entrevista a ‘Street Signs Europe’ de CNBC, Sven Jari Stehn, economista en jefe para Europa de Goldman Sachs, dijo que la postura de la Fed “debería hacer que el Consejo de Gobierno del BCE tenga más confianza en que puede comenzar a reducir las compras de PEPP (pandemic emergency purchase programme) más tarde en el año”. 

A raíz de la pandemia, el BCE introdujo el programa de compra de bonos, el cual se prevé que dure hasta marzo de 2022 y totalice 1.85 billones de euros (2.2 billones de dólares), de acuerdo con CNBC. 

Creemos que abandonarán el programa de compra de PEPP en la reunión de septiembre que va al cuarto trimestre,

dijo Stehn

Además, Stehn agregó que el Consejo de Gobierno del BCE no tiene “prisa por seguir a la Fed para acelerar el calendario de salida”. 

Postura sobre la austeridad

La pandemia del COVID-19 obligó a los gobiernos aumentar su apoyo fiscal, un enfoque que contrasta con las medidas de austeridad que la zona euro implementó tras la crisis financiera de 2008. 

El aumento al apoyo fiscal fue posible porque las 19 naciones del euro decidieron levantar temporalmente las reglas presupuestarias de la Unión Europea para que tuvieran espacio para gastar más y reducir el impacto económico de la pandemia.

Sin embargo, las 19 economías deben discutir una revisión de las normas presupuestarias de la UE, que algunos consideran demasiado restrictivas y obsoletas. 

Esperamos que se aplique una versión de las reglas fiscales a partir de 2023. Sin embargo, tenemos cuatro razones fiscales para pensar que el regreso a la consolidación fiscal no será tan abrupto,

señalaron analistas de Goldman Sachs en una nota la semana pasada

Las cuatro razones refieren a que los Verdes aparezcan en el próximo gobierno alemán y exijan una política fiscal más flexible; la probabilidad de que haya mayores ingresos por impuestos; cada vez más llamamientos en Europa para que los gobiernos se centren en los límites máximos de crecimiento en lugar de en normas estrictas de deuda; y el hecho de que los próximos fondos de la Unión Europea no contarán para los objetivos de déficit y deuda de las naciones del euro.

Pero se espera que la disputa sobre las futuras reglas presupuestarias sea difícil con países como Austria, Irlanda y los Países Bajos que abogan por un regreso a una senda fiscal conservadora en el momento en que termine el impacto de la pandemia.