El gigante inmobiliario China Evergrande, que se enfrenta a la reestructuración tras las medidas de Pekín contra el endeudamiento excesivo y la especulación en este sector, se comprometió a pagar su deuda este año.

En un correo electrónico visto por AFP, el presidente Hui Ka Yan dijo al personal que “2023 es un año clave para Evergrande para cumplir con su responsabilidad corporativa y hacer todo lo posible para garantizar la entrega de los proyectos de construcción”.

Mientras todos en Evergrande se unan, nunca se rindan y trabajen duro (…) sin duda seremos capaces de completar las tareas de garantizar las entregas, pagar todo tipo de deudas y resolver los riesgos

escribió Hui.

El año pasado, la empresa reanudó los trabajos en 732 obras y entregó 301,000 unidades residenciales a compradores de viviendas, según el mensaje.

Retraso en reestructura de Evergrande

El desarrollador más endeudado del mundo no logró presentar un “plan de reestructuración preliminar” que prometió para fines de julio. También se perdió otra fecha límite autoimpuesta de fin de año de 2022.

La compañía se reunió con un grupo de sus tenedores de bonos en dólares a principios de diciembre para discutir planes de manera formal, informó Bloomberg. 

Con alrededor de 1.97 billones de yuanes (286,000 millones de dólares) en pasivos, la compañía enfrenta una demanda de liquidación en Hong Kong, mientras se encuentra en el centro de una crisis inmobiliaria que desencadenó una oleada de incumplimientos y provocó la detención de la construcción de viviendas en todo el país.

Esperaba recibir el apoyo de los acreedores extraterritoriales a fines de febrero o principios de marzo, dijo el representante legal de la compañía durante una audiencia de liquidación a fines de noviembre. 

También el juez de liquidación instó a Evergrande a presentar “algo más concreto” durante la próxima audiencia el 20 de marzo.

Crisis inmobiliario en China por Evergrande

Los empleados “soportaron un enorme estrés físico y mental, y superaron innumerables dificultades para hacer realidad lo imposible”, escribió Hui.

Evergrande se está deshaciendo de activos en los últimos meses y ha participado en conversaciones de reestructuración tras acumular unos 300.000 millones de dólares en pasivos.

La empresa es el símbolo de la crisis del sector inmobiliario en China, que representa alrededor de una cuarta parte del producto interno bruto del país.

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Con información de AFP y Bloomberg