La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que el incremento en enfermedades por falta de actividad física entre la población provocará que se destinen 300,000 millones de dólares más al sector sanitario hasta 2030. 

De acuerdo con el organismo internacional, lo anterior significa un aumento anual de 27,000 millones dólares a los ya de por sí elevados costes sanitarios en todo el mundo.

En el informe presentado por la OMS, se detalla que tres cuartas partes de los casos causados por la inactividad física se darán en países de ingresos bajos y medio-alto, “que son los que más tienen que hacer y los que menos recursos tienen”, indicó. 

Asimismo, en los países considerados de renta alta, el 70% del presupuesto dedicado a la salud será absorbido para tratar las enfermedades provocadas por la falta de actividad física. 

Las naciones con ingresos altos suelen presentar el doble de inactividad física entre sus pobladores en comparación con aquellos países con ingresos bajos. 

El informe también reveló que las mujeres suelen tener menor actividad física que los hombres, principalmente “en la región del Mediterráneo oriental y en las Américas”, subrayó la OMS. 

Pese a que en diversas ocasiones se ha demostrado que la actividad física es favorable en los adultos mayores, tanto mujeres como hombres la reducen con el pasar de los años. 

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Un futuro poco alentador

El daño económico pasa a segundo plano si se considera que en el lapso que transcurrirá hasta 2030 serán 500 millones de personas las que adquirirán algún tipo de enfermedad a causa del sedentarismo.

Las principales enfermedades que atacará a las personas por este motivo son el cáncer, la diabetes, la hipertensión y la demencia. 

Hace aproximadamente cinco años, se trazó el Plan de Acción Mundial sobre la Actividad Física (GAPPA) para reducir los niveles de inactividad física en un 15% para 2030, sin embargo, los avances han sido casi nulos ante medidas “lentas y desiguales”.

A través de un seguimiento al programa, se detectó que algunos países sólo han puesto en marcha dos de las 20 medidas pactadas, mientras que más de la mitad no han aplicado ninguna. 

La aplicación desigual en las regiones de la OMS y en el nivel de ingresos de los países se traduce en desigualdades en el acceso de las personas a oportunidades y entornos que favorezcan una actividad física regular y segura

indica el informe.

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Con información de World Economic Forum