Las condiciones de la salida de Reino Unido de la Unión Europea están en el aire luego de que el acuerdo propuesto por la primera ministra británica, Theresa May, para salir ‘por las buenas’ corre el riesgo de fracasar en el parlamento y por tanto tengan que salir de manera abrupta, es decir, aplicar un ‘Brexit duro’.
Ante esta posibilidad el gobierno británico está acelerando los preparativos para un Brexit sin acuerdo, dijo May este lunes, luego de aplazar la votación de su plan en el Parlamento.
“Mientras no logremos ratificar un plan, aumenta el peligro de un Brexit sin acuerdo. Así que el gobierno intensificará el trabajo de preparación para ese resultado potencial”, afirmó ante los diputados este lunes.
Estas serían algunas de las consecuencias si no llegan a un acuerdo:
Telefonía y banca
En la telefonía móvil dejaría inmediatamente de aplicarse la itinerancia gratuita, por lo que los británicos que se encuentren en Madrid, París o Berlín tendrían que pagar cargos adicionales. Y los habitantes de Irlanda del Norte deberán vigilar que sus teléfonos no se conecten a operadores de la vecina República de Irlanda si se acercan mucho a la frontera o se les aplicarán cargos adicionales.
Algo similar ocurriría con las tarjetas de crédito y débito, a las que se aplicarían cargos adicionales, mientras que las gestiones bancarias serían “más lentas”, según Londres.
Caos aeroportuario
Los aviones británicos perderían la licencia para volar a Europa tras la entrada en vigor del Brexit, sumiendo a los enormes aeropuertos londinenses en un caos.
Ante esto, Londres contempla dar autorización especial a las aerolíneas europeas para que sigan volando a Heathrow y otros destinos y espera que los otros 27 países de la Unión Europea hagan lo mismo.
Los servicios de tren de alta velocidad Eurostar también podrían sufrir las consecuencias del fin de licencias.
Eterna burocracia
Los trámites administrativos pueden dispararse a un nivel de pesadilla. Las empresas que hacen negocios con Europa tendrían que llenar montañas de declaraciones de aduanas.
Los turistas británicos que quieran alquilar un vehículo podrían necesitar un permiso de conducir internacional porque los suyos no serían válidos en el continente y hasta las mascotas necesitarían nuevos papeles para viajar tras perder sus pasaportes europeos.
Medicamentos y reproducción
La situación podría ser más preocupante para las personas que dependen de un tratamiento médico: las autoridades están convenciendo a las empresas farmacéuticas de que acumulen reservas adicionales para seis semanas además de las de tres meses que ya tienen establecidas.
Esto debería permitir cubrir interrupciones de corto plazo por el bloqueo de las aduanas.
Igualmente, Reino Unido ya no podría acceder a los bancos de esperma europeos. Los establecimientos británicos deberán desarrollar nuevos acuerdos y podrían recurrir a las importaciones de terceros países.
E-commerce en peligro
El gobierno ha advertido también de que las compras en línea realizadas en euros podrían sufrir “incrementos de precios y tiempos de tratamiento más lentos”.
Y actividades lúdicas como ver una película en el teléfono o la tableta mientras se viaja por el continente podrían ser mucho más complicadas: en teoría los británicos podrían perder el acceso a los servicios de streaming cuando estén fuera de Reino Unido porque el país ya no estaría en el “mercado único digital” europeo.
Whisky y pedigrí
El prestigio de su famoso whisky escocés o queso Stilton podría quedar en el aire ya que perderían el dominio de origen protegido (DOP) en Europa.
Los 86 productos británicos con DOP representan una cuarta parte de todas sus exportaciones de comida y bebidas.
Los criadores de caballos de purasangre en Reino Unido tendrían dificultades para exportar sus animales al continente porque sus denominaciones de pedigrí ya no serían válidas.
Con información de Reuters y AFP