La primera ministra británica, Theresa May sufrió este miércoles una segunda derrota en el parlamento en relación con la salida de la Unión Europea (UE), tras la enmienda aprobada la víspera para limitar la posibilidad de un Brexit sin acuerdo.
Por 308 votos a favor y 297 en contra, los diputados aprobaron una segunda enmienda que obliga al gobierno a presentar su plan alternativo en un plazo de tres días -en lugar de los 21 actuales- si el acuerdo con Bruselas es rechazado en la histórica votación del próximo martes.
Está previsto que el Reino Unido abandone la Unión Europea en la fecha establecida inicialmente, el 29 de marzo, dijo también Theresa May, cuando un diputado le pidió que descartara posibles retrasos en el Brexit.
Ante la proximidad de la fecha del Brexit y la previsión de que el acuerdo negociado por May sea rechazado, crece también la especulación sobre la posibilidad de pedir un aplazamiento a la UE.
El martes, el periódico Telegraph citó a tres fuentes no identificadas de la UE que dijeron que las autoridades británicas habían estado sondeando la posibilidad de una ampliación del Artículo 50, que establece las condiciones para salir de la UE.
“Estamos convencidos de que Theresa May pedirá un aplazamiento tras el rechazo del acuerdo en el parlamento británico, pero ella no lo dice, ni públicamente ni en sus contactos con los interlocutores europeos”, dijo una fuente diplomática en Bruselas.
Preparativos cuestionados
En lo que el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, denunció como una estrategia para aumentar la presión sobre el parlamento, el gobierno ha llevado a cabo en los últimos días operaciones muy mediatizadas de preparación para un eventual Brexit sin acuerdo.
El lunes un centenar de camiones congestionaron y descongestionaron una carretera del sur de Inglaterra, en un ensayo de cómo gestionar los monstruosos atascos en los puertos británicos que provocaría el repentino restablecimiento de los controles aduaneros.