Inteligencia Artificial: empresas tecnológicas buscan frenar su regulación en EU por 10 años
La regulación de la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una de las prioridades legislativas en Estados Unidos. Sin embargo, un poderoso grupo de lobby encabezado por Amazon, Google, Microsoft y Meta está presionando al Senado para retrasar hasta por diez años la implementación de un marco regulatorio nacional.
Las empresas buscan evitar que los estados legislen de forma independiente, lo que podría derivar en un entorno legal fragmentado y difícil de cumplir, reveló el medio estadounidense Financial Times
La petición fue incorporada el mes pasado ante la Cámara de Representantes en una versión del controvertido proyecto fiscal impulsado por el presidente Donald Trump. El Senado, por su parte, prepara su propia versión del proyecto, que espera aprobar antes del 4 de julio.

Retraso en regulación de Inteligencia Artificial quiere asegurar supremacía tecnológica
Chip Pickering, excongresista y actual director ejecutivo de INCOMPAS —una asociación comercial que agrupa a las principales firmas tecnológicas—, defendió la medida asegurando que es clave en la carrera global por la supremacía tecnológica.
Esta es la política adecuada en el momento oportuno para el liderazgo estadounidense. Pero es igualmente importante en la carrera contra China
dijo Pickering.
INCOMPAS lanzó en 2024 su Centro de Competencia de IA para influir en los legisladores, en respuesta a regulaciones como la Ley de IA de la Unión Europea.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha respaldado el retraso en la regulación, argumentando que una legislación fragmentada entre estados podría sofocar la innovación y hacer que Estados Unidos pierda competitividad frente a China.
Críticas a la autorregulación en IA
Sin embargo, varios expertos y legisladores han criticado el intento de aplazar la legislación federal. Denuncian que las grandes tecnológicas buscan preservar su dominio, poder y riqueza, especialmente ante el desarrollo de una futura Inteligencia Artificial General (AGI), capaz de superar las habilidades humanas en múltiples áreas.
La innovación responsable no debería temer a leyes que prohíben las prácticas irresponsables
señaló Asad Ramzanali, del Vanderbilt Policy Accelerator.
No tenemos idea de lo que la IA será capaz de hacer en los próximos diez años. Darle vía libre y atar las manos a los estados es potencialmente peligroso
advirtió la congresista Marjorie Taylor Greene en X.
El cofundador de Anthropic, Dario Amodei, también alertó sobre las consecuencias de permitir que el sector se autorregule sin supervisión pública, destacando los posibles riesgos sociales y económicos de liberar modelos avanzados sin garantías de seguridad.
Sin consenso político
A pesar del creciente debate, aún no hay un consenso político sobre cómo debe regularse esta tecnología en constante evolución. Hasta el momento, Estados Unidos no ha aprobado una regulación federal significativa sobre la IA.
No queremos que el país líder en innovación del mundo se quede atrás. Si de repente tenemos 50 marcos regulatorios diferentes, será un desastre
advirtió el senador republicano Thom Tillis.
Con información de Financial Times
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