La mayoría de las empresas e individuos británicos no se han preparado para un Brexit sin acuerdo porque no creen que sea probable que ocurra, reveló el gobierno en un esperado análisis publicado este martes.
Pero esa actitud podría aumentar el impacto sí realmente el Reino Unido se divorcia de la Unión Europea sin un acuerdo.
Este martes, la primera ministra Theresa May ofreció a los legisladores la oportunidad de votar el próximo mes a favor de un retraso del Brexit, actualmente agendado para el 29 de marzo.
“Pese a las comunicaciones del gobierno, hay poca evidencia de que las empresas se están preparando en serio para un escenario sin acuerdo y la evidencia indica que la preparación de las pequeñas y medianas empresas en particular es baja”, explicó el análisis del gobierno.
“(El) gobierno juzga que la razón de esta falta de acción es a menudo porque un escenario sin acuerdo no se ve como un resultado suficientemente creíble para tomar medidas o desembolsar gastos”, agregó.
El poco tiempo restante antes del 29 de marzo no permitiría al gobierno compensar completamente los efectos de un Brexit sin acuerdo, añadió.
“Incluso cuando se puede tomar una acción unilateral, es probable que la falta de preparación por parte de empresas e individuos se sume a la interrupción experimentada en un escenario sin acuerdo”, señala el informe.
En noviembre, el Banco de Inglaterra publicó un pronóstico de qué pasaría en el peor escenario del Brexit que mostró que Gran Bretaña corre el riesgo de sufrir un golpe económico aún mayor que durante la crisis financiera mundial hace 10 años.
El documento se centró en los riesgos para industrias, individuos y regiones particulares de un Brexit sin acuerdo. Concluyó que Irlanda del Norte sería más afectada y por más tiempo que el resto del Reino Unido.
Los defensores de Brexit desestimaron el análisis.
“Se está logrando un buen progreso en los acuerdos Brexit de la Organización Mundial de Comercio, pero el engaño del Reino Unido (gobierno) se niega a detener el alarmismo”, comentó el copresidente del grupo de campaña Leave Means Leave, Richard Tice.
Chuka Umunna, un legislador del recién formado Grupo Independiente del parlamento que había hecho campaña para la publicación del análisis, dijo que el análisis pintaba una “imagen desastrosa”.