La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó este lunes su informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), donde destacó que el calentamiento global se está desarrollando más rápido de lo esperado y que, prácticamente, todo es a consecuencia de las actividades humanas.

Entre los puntos más destacados del informe se encuentran:

Temperatura media superará 1.5 ºC una década antes

De acuerdo con la ONU, se espera que hacia el 2030, la temperatura media del planeta sea 1.5 ºC o 1.6 ºC mayor a la de los niveles de la era preindustrial en los cinco escenarios relativos a las emisiones de gases de efecto invernadero —que evolucionan del más optimista al más pesimista— considerados en el informe. Esto sucedería una década antes de lo que el IPCC predijo hace solo tres años.

Para mediados de siglo, el umbral de +1.5 ºC habrá quedado superado en todos los escenarios: los más optimistas señalan que se superará por 0.10 ºC y los más pesimistas, por 1.0 ºC.

Queda, aún así, un resquicio de esperanza: en el supuesto de que se haga absolutamente todo para combatir el cambio climático, la temperatura global, tras haber crecido 1.5 ºC, será 1.4 ºC mayor a la de la era preindustrial para el 2100.

Los aliados naturales, debilitados

Desde 1960, aproximadamente, los bosques, suelos y océanos han absorbido 56% de todo el CO2 que la humanidad ha expulsado a la atmósfera, pese a que esas emisiones han aumentado 50%. Sin la ayuda de la naturaleza, la Tierra sería un lugar mucho más caliente e inhóspito de lo que lo es ahora.

Sin embargo, esos aliados —conocidos como sumideros de carbono— están dando indicios de estar saturados, y se espera que el porcentaje de CO2 que absorben sea menor conforme pase el tiempo. 

Sí, el cambio climático tiene la culpa

El informe destaca el sorprendente progreso de un nuevo campo, la “ciencia de la atribución”, para cuantificar hasta qué punto el calentamiento global provocado por el hombre aumenta la intensidad y/o la probabilidad de que se produzca un fenómeno meteorológico extremo, como una ola de calor, un huracán o un incendio forestal.

En unas semanas, por ejemplo, los científicos establecieron que la ola de calor que azotó Canadá en junio, con temperaturas récord, hubiera sido “casi imposible” sin la influencia del cambio climático.

Crecimiento rápido del nivel del mar

El nivel global de los océanos ha aumentado hasta 20 centímetros desde 1900, y la proporción de crecimiento prácticamente se ha triplicado en la última década. Las capas de hielo que se deshacen en la Antártida y en Groenlandia son ahora el principal factor, por delante del deshielo de los glaciares.

Si las temperaturas globales aumentan 2 ºC, el nivel de los océanos subirá cerca de medio metro en el siglo XXI. Y seguirá aumentando hasta casi dos metros para el 2300, el doble de lo que el IPCC vaticinó en el 2019.

Debido a la incertidumbre aparejada a las capas de hielo, los científicos no pueden descartar un aumento del nivel de las aguas de hasta dos metros para el 2100.

Lecciones alarmantes del pasado

Importantes avances en paleoclimatología (la ciencia que estudia las características climáticas de la Tierra a lo largo de su historia) han hecho que salten algunas alarmas.

Por ejemplo, la última vez que la atmósfera del planeta estaba tan caliente como lo está ahora fue hace unos 125,000 años, y el nivel del mar era unos 5 o 10 metros mayor, lo que en la actualidad sumergiría a la mayoría de las ciudades costeras.

Hace tres millones de años, cuando las concentraciones de CO2 en la atmósfera concordaban con los niveles de hoy en día y las temperaturas eran entre 2.5 ºC y 4 ºC más altas, el nivel del mar estaba hasta 25 metros por encima de lo que lo está hoy.

Metano, en el punto de mira (por fin)

El informe incluye más datos que nunca sobre el metano (CH4), el segundo gas de efecto invernadero más importante, por detrás del CO2, y advierte que si no se logran disminuir las emisiones no se conseguirá cumplir con los objetivos marcados en el Acuerdo de París.

Las fuentes provocadas por el hombre se dividen entre los escapes en la producción de gas natural, las minas de carbón y los vertederos, por un lado; y el ganado y el estiércol por otro.

El CH4 permanece menos tiempo en la atmósfera que el CO2 pero tiene un poder de calentamiento mucho más importante. Los niveles actuales de CH4 son los más altos registrados en los últimos 800,000 años.

Diferencias regionales

Aunque todas las partes del planeta —desde los océanos a las tierras, pasando por el aire que respiramos— estén más calientes, algunas áreas se calientan más rápidamente que otras. En el Ártico, por ejemplo, se prevé que el aumento de la temperatura media de los días más fríos sea tres veces superior al promedio global del planeta.

El nivel del mar también aumenta en todos lados, pero es probable que en numerosas costas lo haga 20% por encima de la media.

Puntos de inflexión

El IPCC no descarta “puntos de inflexión” en el sistema climático, es decir, modificaciones abruptas de “escasa posibilidad pero impacto importante” que son irreversibles.

Entre estos figuran la desintegración de casquetes glaciares con suficiente agua para elevar decenas de metros el nivel del mar, el deshielo del permafrost que encierra inmensos volúmenes de carbono o la transformación de la selva amazónica en una sábana.

Corrientes atlánticas

La Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC) –un sistema de corrientes oceánicas que regula el tránsito global de temperatura desde el trópico al hemisferio norte– se ralentiza, una tendencia que muy probablemente continúe durante el resto del siglo.

Los científicos muestran solo una “confianza media” de que este sistema no colapse por completo, como ya ocurrió en el pasado.

Si fuera así, los inviernos europeos serían mucho más crudos y se producirían perturbaciones en los monzones en África y Asia y un aumento del nivel del mar en el Atlántico norte.

No se pueden retrasar acciones de protección del clima

La humanidad no puede retrasar más la adopción de medidas “ambiciosas” contra el cambio climático, declaró el lunes el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tras la publicación de un informe de la ONU sobre la rapidez del calentamiento global.

El informe aprobado por 195 países, que lleva años elaborándose, pone en evidencia la indecisión de los gobiernos ante la creciente evidencia de que el cambio climático es una amenaza existencial.

“Este momento requiere que los líderes mundiales, el sector privado y los individuos actúen juntos con urgencia y hagan todo lo necesario para proteger nuestro planeta”, dijo Blinken en un comunicado.

Con información de AFP