El presidente Donald Trump sabía que el coronavirus era transmitido a través del aire, altamente contagioso y altamente letal incluso antes de que se presentara el primer caso en territorio estadounidense, y realizó esfuerzos conscientes para disminuir la amenaza en sus discursos, según el libro “Rage” de Bob Woodward, el legendario periodista que reveló en el escándalo de Watergate.

“Éste es un asunto mortal”, le dijo Trump a Woodward el pasado 7 de febrero, de acuerdo con el periodista.

Woodward asegura que el presidente Trump también le explicó que tenía un conocimiento profundo de la amenaza del virus, a la cual llamó “bastante sorprendente”, e incluso mencionó que podría ser hasta cinco veces más letal que la influenza.

Estas declaraciones contrastan con los discursos de Trump que mencionaban que el virus “iba a desaparecer” y que “todo saldría bien”.

El libro incluye dichos de oficiales de seguridad de la administración de Trump e incluso del doctor Anthony Fauci, el mayor experto en enfermedades infecciosas del gobierno federal, quien dijo a un colega que “el único objetivo (de Trump) es ser reelecto”, de acuerdo con Woodward.

El periodista también cita a James Mattis, el antiguo secretario de defensa de Estados Unidos, quien describe a Trump como alguien “peligroso”, “no apto (para el poder)”, y “sin un compás moral”, quien “tomó decisiones de política exterior que muestran cómo destruir a Estados Unidos”.

Trump respondió a las revelaciones a través de su cuenta de twitter, alegando que Woodward tenía estas declaraciones desde hace meses y que, presumiblemente, no las había revelado porque no consideraba que fueran malas o peligrosas.

Bob Woodward tuvo mis citas por mucho meses. Si pensaba que eran tan malas o peligrosas, ¿por qué no las reportó inmediatamente en un esfuerzo por salvar vidas? ¿No tenía la obligación de hacerlo? No, porque sabía que eran respuestas buenas y apropiadas. Calma, ¡sin pánico!

Kamala Harris, candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, hizo referencia a las declaraciones de Trump al señalar que las malas decisiones tomadas por la administración llevaron a la muerte de 190,000 estadounidenses.

Trump sabía en febrero.
Sabía que el COVID-19 es contagioso a través del aire.
Sabía que es más letal que la influenza.
Sabía que es peligroso no sólo para los adultos mayores y gente vulnerable.
Resto importancia al riesgo de la pandemia. Y ahora 190,000 estadounidenses han muerto.

Éste no es el único escándalo en el que el presidente se ha visto envuelto en tiempos recientes. Brian Murphy, antiguo jefe del Departamento de Seguridad Nacional, denunció que Chad Wolf, el secretario de este Departamento, le había solicitado que dejara de producir opiniones sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, y que se enfocara en las amenazas de China e Irán.

Wolf pidió, además, que no reportara una campaña de desinformación rusa que atacaba la salud mental del candidato demócrata a la presidencia Joe Biden, debido a que “hacían ver mal al presidente”.

El gobierno federal también pidió a Murphy que modificara reportes de inteligencia para que la amenaza de grupos de supremacía blanca “pareciera menos severa”, y que incluyera información de grupos violentos de izquierda y antifa.