El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no logró un acuerdo nuclear en la cumbre que celebró con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, debido a las demandas norcoreanas para que Washington levante sus sanciones.

“Básicamente querían que se levantaran las sanciones en su totalidad, y no pudimos hacer eso”, afirmó Trump.

El mandatario estadounidense aseguró que en los días que duraron las conversaciones en Vietnam, se lograron progresos en la mejora de las relaciones y el asunto clave de la desnuclearización, pero que era importante no precipitarse a un mal acuerdo.

Naciones Unidas y Estados Unidos incrementaron las sanciones a Corea del Norte cuando el aislado país asiático llevó a cabo una serie de ensayos nucleares y con misiles balísticos en 2017, cortando sus principales fuentes de ingreso de efectivo.

Ambos líderes suspendieron de forma anticipada tanto su reunión como el almuerzo de trabajo conjunto que tenían planificado en el hotel Metropole -que data de la época colonial francesa- tras una mañana de negociaciones.

“Algunas veces hay que abandonar, y esta fue una de esas ocasiones”, dijo Trump, aunque precisó que “fue un abandono amigable”.

El fin de las conversaciones generó dudas sobre los preparativos del gobierno de Trump para la cumbre y sobre su estilo diplomático, calificado como desenfadado e improvisado por algunos críticos.

Desde su primera cumbre en Singapur en junio, Trump ha enfatizado la buena química con Kim, pero estaba por ver si esa sintonía podía materializarse en progresos sustanciales para eliminar un arsenal nuclear de Corea del Norte que amenaza a Estados Unidos.

El panorama parecía más prometedor cuando los líderes se reunieron el miércoles, vaticinando unas exitosas conversaciones antes de una cena con sus máximos asesores.

La Casa Blanca estaba tan confiada que programó una “ceremonia de firma de un acuerdo conjunto” al final de las conversaciones. Al igual que ocurrió con el almuerzo, la ceremonia nunca llegó a celebrarse.

El fracaso de la cumbre supone un revés para Trump, un negociador autodidacta que se encuentra bajo presión en su país por sus vínculos con Rusia y el testimonio de Michael Cohen, su exabogado personal, que le acusó de violar la ley mientras estaba en el cargo.

Piden seguir con el esfuerzo

Corea del Sur, que respalda las iniciativas para poner fin a la confrontación en la península, se lamentó por la imposibilidad de llegar a un acuerdo, aunque precisó que ambas partes realizaron progresos.

El alto diplomático chino Wang Yi dijo que las dificultades en las reuniones fueron inevitables, pero que los dos países deberían seguir adelante con sus esfuerzos, en los que China jugará un papel constructivo.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, indicó que apoya la decisión de Trump. “Tengo decidido que debo ser el próximo en reunirse con el presidente Kim”, señaló Abe tras una conversación telefónica con el mandatario estadounidense.

No hubo señales acerca de cuándo podrían volver a encontrarse Trump y Kim, pero la Casa Blanca aseguró que sus “respectivos equipos esperan reunirse en el futuro”.

Los mercados asiáticos resintieron el fracaso de la cumbre. El Índice Kospi de la Bolsa de Corea del Norte cerró con una pérdida de 1.76% luego de la reunión.

En Wall Street el Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 perdían 0.28% y 0.05% durante sus primeras operaciones.

Con información de Reuters