La deuda subnacional de China no ha sido contabilizada dentro de la ya de por sí gran deuda del país asiático y esta cifra podría ascender a 5.8 billones de dólares, según un reciente informe de Standard & Poors Global.
Esto representa “un iceberg de deuda con riesgos crediticios titánicos”, advirtió la agencia calificadora.
Para impulsar el crecimiento económico en la región, los gobiernos locales de China han invertido grandes cantidades en infraestructura usando instrumentos conocidos como “vehículos financieros de gobiernos locales”, que están fuera del nivel de deuda aprobado por el gobierno central.
Analistas de la agencia calificadora señalan que la mayor cantidad de deuda “escondida” se encuentra en estos vehículos.
Incluyendo la deuda de los gobiernos locales, la proporción de la deuda gubernamental en el Producto Interno Bruto podría alcanzar niveles alarmantes de 60% en 2017, según S&P.
Beijing es uno de los estados que ha intentado alejarse de los préstamos fuera de balance, pero no ha tenido éxito hasta el momento.
El reporte augura que en el futuro las autoridades centrales chinas permitirán más defaults en las deudas locales.
A partir de la crisis de 2008, la deuda en China ha crecido hasta en 250%, lo que ha hecho al país asiático acreedor de varias advertencias por parte del Fondo Monetario Internacional.
Aunado a esto, la guerra comercial con Estados Unidos ha frenado las exportaciones, lo que ha representado un fuerte impacto a su economía en los últimos meses.