Los deportes ecuestres son el nuevo pasatiempo de la élite social en China. El país asiático cuenta con más de 600 magnates considerados multimillonarios -por su fortuna en dólares- que en menos de una década han desarrollado el gusto suficiente para cubrir cuotas anuales en clubes hípicos de hasta 58,000 yuanes (8,400 dólares).
En la República Popular China, donde hasta hace 10 años no existía ningún tipo de interés o infraestructura para la equitación, hoy existen cerca de 1,800 centros para practicar estas actividades deportivas, según la revista Horsemanship.
Esta tendencia de crecimiento probablemente continuará pues Pekín designó en 2014 a los deportes ecuestres como una actividad con la necesidad de ser “fuertemente apoyada”.
La publicación especializada aclara que la cultura hípica en China aún necesita de expertos, tanto de entrenadores como de veterinarios, así como de exposición mediática.
Y aunque la Asociación Ecuestre China no proporciona cifras, el exrepresentante de LeCheval, estructura que reagrupa a los principales actores de la filial ecuestre francesa en el país asiático, Zoe Quin asegura que para los padres chinos, “la equitación forma parte de una educación de élite para que sus hijos se distingan aún más en la ultra competitiva sociedad china”.
“En cuanto a los adultos, la equitación significa también inversión, viajes, placeres y actividades sociales que van más allá del deporte, es una nueva experiencia para los chinos”, considera Quin.