La crisis energética registrada en el mundo a causa de la reducción del suministro de gas natural por parte de Rusia no sólo está golpeando los bolsillos de los consumidores, sino también los objetivos marcados por las naciones para combatir el cambio climático.

De acuerdo con el análisis científico Climate Action Tracker (CAT), realizado de forma conjunta por Climate Analytics y NewClimate Institute, los países que están trabajando en la producción de gas natural para abastecer su demanda se arriesgan a años de emisiones que podrían frustrar los objetivos climáticos.

Estamos siendo testigos de un gran impulso para expandir la producción de GNL de gas fósil y la capacidad de importación en todo el mundo, en Europa, África, América del Norte, Asia y Australia, lo que podría causar que las emisiones globales superen niveles peligrosos

dijo Bill Hare, CEO del instituto de investigación Climate Analytics.

En el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático, las naciones se comprometieron a intentar detener las emisiones de efecto invernadero que calientan el planeta a más de 1.5°C por encima de los niveles preindustriales.

De acuerdo con los científicos, de llegar a esa cifra se registrarían impactos mucho más severos que los incendios forestales, las inundaciones y el aumento del nivel del mar registrado hasta ahora.  Actualmente el calentamiento mundial se ubica en 1.2°C. 

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Proyectos que afectan

La carrera para reemplazar esos suministros ha reforzado los planes para expandir la infraestructura de combustibles fósiles, incluso cuando la Unión Europea ha propuesto objetivos de energía renovable más altos para intentar reemplazar principalmente el combustible ruso con energía limpia.

Entre los proyectos se encuentran nuevas perforaciones de gas en Canadá y capacidad de importación de gas natural licuado en Alemania y Vietnam.

La investigación reveló que los planes para subsanar la reducción de suministro de gas natural podrían emitir el 10% del presupuesto de carbono restante que el mundo se puede permitir si quiere evitar una cifra de 1.5°C. 

El CAT también calculó que los objetivos de los países para reducir las emisiones en esta década pondrían al mundo en camino a un calentamiento de 2.4°C, frente a 1.8°C en el mejor de los casos en el que los países cumplieran todas sus promesas anunciadas, incluidos los objetivos para 2050. 

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Con información de Reuters