El encarcelado expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva podría obtener una libertad parcial dentro de los cinco meses posteriores a la decisión judicial de este martes de reducir su sentencia en una de las dos condenas por corrupción.

El político cumple desde 2018 una condena de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero tras aceptar un departamento de lujo junto a la playa como un soborno de una empresa de ingeniería en el escándalo conocido como “Lavado de Autos”.

El Tribunal Superior de Justicia, el segundo en importancia del país, redujo la sentencia de Lula a ocho años y 10 meses, argumentando que el tribunal de apelaciones la incrementó excesivamente el año pasado.

Con el tiempo que ya ha cumplido, Lula, quien niega haber cometido algún delito, podría obtener en septiembre el beneficio de cumplir el resto de su condena sin estar encarcelado, aunque tendría que pasar las noches en una celda.

La legislación brasileña prevé que los presos puedan obtener el beneficio de un régimen semiabierto -con derecho a trabajo diurno- a partir del cumplimiento de un sexto de su condena.

Esa liberación parcial dependería de una decisión del tribunal de apelaciones sobre su segunda condena por corrupción y lavado de dinero por recibir sobornos de dos empresas de construcción e ingeniería para financiar mejoras en una casa de campo que él y su familia utilizaron.

Si la corte de apelaciones confirma esa condena y una segunda sentencia de 12 años y 11 meses sin considerar la decisión de este martes, Lula, de 73 años, vería frustradas sus esperanzas de una libertad parcial.

Lula, quien fue acusado en otros seis casos de corrupción, gobernó Brasil desde 2003 hasta 2010 e introdujo programas sociales que sacaron a la pobreza de millones de brasileños aprovechando que la economía más grande de América Latina estaba experimentando una expansión impulsada por un auge mundial de las materias primas.

La defensa de Lula anunció que apelará la sentencia, para exigir una absolución lisa y llana del exgobernante, que ve en los juicios una persecución política para impedir que la izquierda vuelva al poder.

El único resultado que vemos compatible con este caso concreto es la absolución del expresidente Lula porque entendemos (…) que no cometió ningún crimen,

dijo uno de sus abogados, Cristiano Zanin.

Los magistrados decidieron además reducir las multas de reparación impuestas al expresidente, de 29 millones de reales (7.4 millones de dólares) a 2.4 millones (615,000 dólares), precio estimado del departamento.

Y redujeron de 175 a 50 los “días multa” aplicados al expresidente por los crímenes a los cuales fue condenado. Cada “día-multa” equivale a cinco salarios mínimos de julio de 2014 (el salario mínimo era en ese entonces de 724 reales).

Con información de Reuters y AFP