El número de jóvenes estadounidenses que utilizan cigarrillos electrónicos aumentó en un millón y medio en 2018, luego de años de reducción del consumo de tabaco en escuelas secundarias y universidades, informaron este lunes las autoridades sanitarias.
Unos 3.6 millones de estudiantes de escuelas secundarias y universidades “vaporearon” en 2018 mientras en 2017 lo hicieron 2.1 millones, un aumento de 71%. La cantidad de fumadores de cigarrillos y otros productos de tabaco, mientras tanto, se mantuvo estable, según un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“El aumento meteórico del uso de cigarrillos electrónicos por parte de los jóvenes el año pasado amenaza con eliminar los avances logrados en la reducción del consumo de tabaco en los jóvenes”, dijo el director de los CDC, Robert Redfield. “Una nueva generación corre el riesgo de desarrollar una adicción a la nicotina”.
Las autoridades apuntan específicamente al líder del mercado, Juul, a quien amenazan regularmente. “Todas las opciones están sobre la mesa en términos de política”, advirtió el director de productos tabacaleros de la FDA, Mitch Zeller.
La agencia federal que regula los cigarrillos electrónicos restringió en noviembre pasado la venta de algunos sabores como fresa o chicle.
El “vaporeo” empezó a verse entre jóvenes estadounidenses desde principios de 2010, superando el hábito de fumar cigarrillos en 2014.
Si bien el número de fumadores en secundaria ha ido disminuyendo constantemente desde 2011, la cantidad de “vaporeadores” ha aumentado dramáticamente, de 1.5% de los estudiantes de secundaria a 20.8% en 2018.
Esa es la proporción de estudiantes que dicen haber usado este producto en el último mes. En el mismo periodo, el número de fumadores de tabaco “combustible” (como cigarrillos y habanos) pasó de 21.87 a 13.9%.
La universidad también se ha visto afectada por este aumento, aunque en menor medida. El estudio estima en 4.9% la proporción de estudiantes universitarios vaporeadores.
En Estados Unidos, las autoridades incluyen el vaporeo en las estadísticas sobre el uso del uso del tabaco, dado que la nicotina de los cigarrillos electrónicos proviene del tabaco, pero otros países no lo clasifican como un producto tabacalero.