China no cedió ante las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y lanzó un nuevo contraataque ante sus políticas comerciales al aumentar los aranceles a las importaciones de la Unión Americana en más del 80%.
De acuerdo con un anuncio de la Oficina de la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado del país asiático, las tarifas aumentarán del 34% al 84% y entrarán en vigor a partir del 10 de abril, esto como respuesta al último aumento de aranceles de Estados Unidos sobre los productos chinos, que alcanzó el 104% y entró en vigor a medianoche.
La escalada arancelaria representa una seria amenaza para el intercambio comercial entre las dos economías más grandes del mundo, ya que mientras Estados Unidos exportó 143,500 millones de dólares en bienes a China en 2024, le compró mercancías por 438,900 millones.
La respuesta a los nuevos aranceles de Trump
Después de que el gobierno estadounidense impusiera nuevos aranceles a diversos países con los que tiene intercambio comercial, Trump advirtió a las mismas naciones que no tomaran represalias. Pero mientras algunos países como Japón se han mostrado dispuestos a negociar, China respondió con sus propias tarifas.
Después de que el gobierno de Xi Jinping respondiera a los aranceles estadounidenses con gravámenes del 34%, Trump anunció un aumento adicional del 50% si no eran retiradas las tarifas chinas, pero al no darse una negociación, impuso la sanción y China hizo lo propio.
Es lamentable que los chinos no quieran venir a negociar, porque son los peores infractores del sistema comercial internacional
afirmó el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, a Fox Business.
Trump inició con su guerra arancelaria tras llegar a la Presidencia y los primeros países afectados fueron China, Canadá y México. La medida fue justificada en que la administración estadounidense buscaba utilizar las tarifas como un mecanismo de presión para impedir la entrada de fentanilo a Estados Unidos.
La guerra comercial ha asustado a los inversionistas y analistas de todo el mundo, quienes ya prevén un impacto en el crecimiento económico de la Unión Americana, incluso con la probabilidad de una recesión, además de inflación más alta y menores ganancias corporativas, lo que ha mantenido en vilo a los mercados bursátiles.
Con información de CNBC
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