La concesión de la sede para la Copa Mundial 2022 otorgada por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) a Catar ha causado diversas polémicas, desde sugerir que la designación de la sede tiene tintes de corrupción, pasando por el cambio de fecha para su celebración, hasta tocar las costumbres culturales de la nación.
Ahora, a todo este escenario de especulación sobre el país asiático se suma el trato dado a trabajadores extranjeros a pocas semanas de la más grande celebración de futbol a nivel mundial.
A medida que se acerca el inicio de la justa deportiva, el próximo 20 de noviembre, el gobierno catarí se encuentra tomando diversas medidas para ‘lavar’ la imagen que se tiene del país, sin embargo, algunas de ellas han traído mayor escrutinio internacional.
De acuerdo con un grupo de testigos consultados por Reuters, miles de trabajadores extranjeros que viven en Doha están siendo desalojados de departamentos en donde se tiene pensado albergar a los asistentes al torneo.
Un funcionario del gobierno de Catar aseguró que los desalojos no tienen relación con la Copa Mundial y forman parte de “los planes integrales y a largo plazo para reorganizar áreas de Doha”.
Sin embargo, la agencia informativa detectó que la gran mayoría de los edificios donde se realizan los desalojos están ubicados en las localidades donde el gobierno ha alquilado departamentos para recibir a los aficionados.
El sitio web de los organizadores enumera los edificios en Al Mansoura y otros distritos donde se anuncian departamentos por entre 240 y 426 dólares por noche.
Al ser consultada para obtener más información, la FIFA prefirió guardar silencio, mientras el comité organizador dirigió las consultas a las autoridades.
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Los relegados del Mundial
Aproximadamente el 85% de los 3 millones de habitantes de Catar son trabajadores extranjeros. La gran mayoría se emplean como conductores o jornaleros y, a diferencia de los que trabajan para las grandes empresas, deben encargarse de su propio alojamiento.
En este sentido, la directora de proyectos de Migrant-Rights.org, Vani Saraswathi, comentó que los desalojos tienen la intención de mantener “la fachada ostentosa y rica de Catar en su lugar, sin reconocer públicamente la mano de obra barata que lo hace posible”.
Esto es una ‘guetización’ deliberada en el mejor de los casos. Pero los desalojos sin apenas previo aviso son inhumanos, más allá de la comprensión
agregó la activista.
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Con información de Reuters