El reciente cambio de régimen en Brasil, que ahora opera bajo una ideología conservadora de derecha, continúa con anuncios de cambios drásticos en la política del país.
La administración encabezada por Jair Bolsonaro ahora analiza la posibilidad de “privatizar o liquidar” un centenar de empresas estatales para aliviar la alta deuda pública, reveló el ministro de Infraestructura, Tarcísio Gomes de Freitas.
“Es muy posible ponerlo en práctica si se tiene en cuenta que muchas son subsidiarias. No estamos hablando solo de privatizaciones, estamos hablando también de liquidaciones de empresas que hoy ya no tienen sentido”, declaró Gomes de Freitas a la estación de radio brasileña CBN.
El funcionario agregó que las liquidaciones van a aliviar el presupuesto y con ello se podría destinar mayor inversión a las prioridades del nuevo gobierno, sin detallar a cuáles en específico.
El programa prevé un impulso fuerte del plan de privatizaciones anunciado por el exmandatario conservador, Michel Temer.
Durante la campaña presidencial, Bolsonaro anunció que de las 138 empresas estatales que tiene Brasil a nivel federal, “100 podrían privatizarse tranquilamente”.
El programa electoral del nuevo jefe del Ejecutivo brasileño, manifestó también la intención de recortar los déficits y “reducir la deuda pública 20% mediante privatizaciones, concesiones”, y la venta de propiedades públicas.
De acuerdo con el ministro de Economía, Paulo Guedes, los activos contemplados hasta el momento podrían ser vendidos por valor cercano a los 1,000 millones de reales.
La deuda bruta del sector público de Brasil es de 5,280 millones de reales (1,440 millones de dólares) en octubre de 2018, lo que equivale al 77.3% del PIB.
Entre las grandes empresas bajo control estatal destacan Petrobras, Eletrobras y el banco de la Caixa Económica Federal, sin embargo, el gobierno excluye privatizar la actividad de Petrobras y de otras empresas consideradas estratégicas, aunque sí de algunos de sus activos secundarios.
Según un estudio de la Fundación Getulio Vargas, si se toman en cuenta las compañías controladas directa o indirectamente por los estados y los municipios, la cifra de empresas estatales se eleva a 418.
Bolsonaro afirmó la semana pasada que su gobierno atraerá “rápidamente” inversiones por valor de 1,800 millones de dólares en concesiones de vías férreas, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarias.