El banco central Chino inyectó 83,000 millones de dólares al sistema financiero del país este miércoles con la finalidad de evitar una escasez de liquidez que pudiera presionar aún más la desaceleración económica.

Las autoridades chinas prometieron aumentar las medidas necesarias para crear estímulos que protejan los empleos, mientras el crecimiento económico se enfría a mínimos de 28 años.

Sin embargo, las políticas implementadas el año pasado, tales como grandes proyectos ferroviarios y recortes de impuestos, parecen haber tenido poco impacto hasta el momento, ya que datos recientes sugieren que la actividad se desacelera a mayor velocidad de lo esperado.

“La noticia es clara: la economía necesita ayuda”, comentó el economista senior para Asia emergente de la gestora de inversiones Natixis, Trinh Nguyen.

La mayor inyección neta registrada en la historia del país asiático se dio al día siguiente de que el planificador estatal chino, el banco central y el Ministerio de Finanzas ofrecieran garantías a inversionistas que indican más gastos y otros tipos de respaldos.

A pesar de lo anterior, datos comerciales de alta debilidad divulgados previamente esta semana, junto a una reducción de la actividad fabril, provocaron especulaciones respecto a si se necesitan medidas de política más rápidas y agresivas para dar un giro a la segunda economía más grande del mundo.

Las autoridades concuerdan ahora en que la economía necesita más respaldo decisivo y que “la gran inyección de hoy refleja eso”, agregó Nguyen.

El Banco Popular de China (PBOC, por su sigla en inglés) dijo que la inyección busca asegurar que haya fondos abundantes en el sistema financiero, tensionado cuando los pagos de impuestos llegan a su nivel más alto a mediados de enero, y mientras se eleva la demanda por dinero en efectivo antes del día feriado de Año Nuevo Lunar, que comienza a inicios de febrero.

“La liquidez general del sistema bancario está cayendo rápidamente”, agregó el PBOC en un comunicado.

Aunque grandes inyecciones de dinero son comunes en esta época del año,, la suma fue mucho mayor que la usual y tuvo lugar tras una gran reducción del encaje bancario anunciada este mes, que liberará un total de 1,160 millones de dólares para nuevos préstamos bancarios.

Se prevé que China informe el lunes que su economía creció un 6.6% en 2018, un enfriamiento respecto al 6.9% del año previo y la tasa más baja de expansión que haya visto el país en casi tres décadas.

Además, se calcula que la tasa de crecimiento de China se desacelere aún más, a cerca de 6.2% este año y los modelos propios de algunos analistas sugieren que la actividad ya es mucho más débil de lo que sugieren los datos oficiales.