Argentina acordó con sus acreedores seguir con las conversaciones para reestructurar alrededor de 66,238 millones de dólares de deuda externa hasta el 2 de junio, no obstante, no cumplirá con el pago de 503 millones de dólares de intereses de tres bonos extranjeros que vencen este viernes.
Con esta ampliación de las negociaciones, cierra la puerta para que los acreedores acudan a tribunales y cae un ‘default blando’.
El país sudamericano quiere evitar otro default o impago que sería devastador para su economía. El gobierno de Argentina busca un periodo de tres años de gracia, una reducción de 3,600 millones de dólares del total de la deuda, así como una rebaja en la tasa de interés de 7 a 2.3%.
El primer plazo venció el 8 de mayo con 20% de aceptación, se extendió al 22 de mayo y ahora al 2 de junio.
Argentina y sus acreedores han intercambiado propuestas durante el último mes y han dicho que desean evitar un nuevo default que podría desembocar en años de litigios y que bloquearía a Argentina de acceder a los mercados de capitales.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo a Reuters el jueves por la noche que el gobierno planeaba modificar su oferta a los acreedores y que las conversaciones estaban en un curso positivo, aunque quedaba una “importante distancia” para llegar a un acuerdo.
Estos son tiempos críticos. Lo que se logre ahora afectará la vida de millones de personas
dijo Martín Guzmán, ministro de Economía de Argentina.
Los acreedores también han mostrado signos de flexibilidad e indicaron que es poco probable que tomen medidas inmediatas contra Argentina ante un incumplimiento, siempre y cuando las conversaciones estén en el camino correcto.
Un importante grupo de acreedores que posee alrededor de 16,700 millones de dólares en bonos del país dijo el viernes que si bien la falta de pago provocaría incumplimientos en varios bonos, reconoció que Argentina estaba buscando un acuerdo integral.
“El Grupo acoge con satisfacción la expresión de Argentina de un intento de trabajar con los acreedores, pero las acciones hablan más que las palabras”, dijo el Ad Hoc Grupo de Acreedores, que incluye fondos como Ashmore, BlackRock y AllianceBernstein, y agregó que deseaba más compromiso por parte de Argentina.
Con información de Reuters y Visor Financiero.