La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que la región se encuentra por debajo de su potencial para convertirse en un protagonista de la industria del litio pese a contar con reservas importantes del mineral

Un informe del organismo reveló que la transición hacia la electromovilidad y energías limpias son una oportunidad para las naciones ricas en litio por su uso en las baterías de los nuevos vehículos.

América Latina y el Caribe tiene un gran potencial para convertirse en un actor clave en la industria mundial de este recurso

señaló la Cepal.

Sin embargo, las cifras muestran que el volumen de producción es pequeño en todo lo vinculado a este recurso y se concentra principalmente en Chile y Argentina, destacó el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Entre Argentina, Bolivia y Chile forma el llamado triángulo del litio al tener el 56% del total mundial de reservas, y la cifra sube a 60% si se considera al resto de países en la región. Sin embargo, la balanza está desequilibrada si se considera que 41% son chilenas. 

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Beneficios y desafíos

El precio de los minerales necesarios para la transición energética se ha incrementado de forma acelerada debido a la alta demanda, la interrupción de la cadena de suministro, la escasez y los cuellos de botella. 

En el caso del litio, el precio no solo se multiplicó casi nueve veces, sino que no se observa un descenso significativo, como en el de los otros minerales

resaltó la Cepal. 

De acuerdo a lo detallado en el informe, los beneficios de explotar el litio se ven comúnmente como “una ventana de oportunidad”  que se espera se cierre en el curso de algunos años.  

La limitación temporal se explicaría por el arribo de tecnologías alternativas (baterías de sodio, celdas de hidrógeno), llegada de nuevos actores y la recuperación desde baterías recicladas.

Los mayores desafíos se relacionan con las iniciativas para procesarlo localmente en la producción de celdas de baterías de iones de litio o sus componentes.

Asimismo, los gobiernos regionales también enfrentan retos vinculados a mejorar la captura de rentas económicas derivadas de la explotación así como en la distribución y uso de estas “rentas finitas” para la inversión en otras formas de capital. 

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Con información de Reuters