El gobierno de Alemania aprobó el miércoles un paquete de estímulo de 130,000 millones de euros (146,000 millones de dólares) para los próximos dos años, en medidas para reactivar la economía debilitada por la pandemia de COVID-19.
Entre las medidas contempladas está la reducción del IVA de 19% a 16% por seis meses a partir del 1 de julio y una asignación única de 300 euros por niño para ayudar a las familias, además de un aumento del subsidio por la compra de vehículos eléctricos.
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“El tamaño del paquete ascenderá a 130,000 millones de euros para los años 2020 y 2021, 120,000 millones de los cuales serán gastados por el gobierno federal”, dijo la canciller Angela Merkel. “Entonces tenemos un paquete de estímulo económico, un paquete para el futuro”.
El paquete incluye al menos 10,000 millones de euros al año para ayudar a los municipios que luchan con ingresos más bajos. El plan de rescate se suma al paquete de más de un billón de euros puesto en marcha en marzo, cuando la pandemia se extendió en Europa, que proporciona ayuda a las empresas y miles de millones de euros de préstamos garantizados.
Las medidas de Alemania, que junto con la ayuda de liquidez y las garantías de préstamos equivalen a más del 30% de su producción económica, superan a cualquier otro programa nacional de emergencia lanzado por otros países de la zona euro.
La tasa de desempleo en Alemania aumentó en mayo hasta 6.3%, lo que ha llevado a las empresas a solicitar el desempleo parcial para más de 11 millones de personas desde marzo.
Para apoyar de nuevo a las empresas más afectadas, el gobierno desembolsará hasta 25,000 millones de euros en ayudas a los sectores más vulnerables.
“Esto demuestra lo frágil que es el conjunto (de la economía) y que hace falta lograr estimular la economía para garantizar los empleos”, mencionó Merkel.
En tanto, el subsidio por la compra de un vehículo eléctrico se duplicará y pasará de 3,000 a 6,000 euros, una decisión que puede generar discrepancias con el sector automotriz, del que dependen 80,000 puestos de trabajo.
A diferencia de la crisis de 2009, cuando se introdujo una prima por la compra de todo tipo de vehículos, el sector automovilístico alemán ha perdido influencia ante el creciente peso de las preocupaciones medioambientales y climáticas.
Con información de Reuters y AFP