Con las órdenes ejecutivas y lo presentado este 20 de enero por Donald Trump, el Plan México sufrirá modificaciones, complicando aún más la meta de posicionar a México entre las 10 economías más importantes del mundo, coincidieron analistas consultados por EL CEO.
El pasado 13 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan México, una estrategia diseñada para sustituir las importaciones provenientes de Asia. Dicho proyecto no solo busca atender las necesidades económicas internas, sino también responder a las crecientes presiones de Donald Trump.
La iniciativa elaborada en conjunto con la iniciativa privada establece 13 metas a cumplir hacia 2030, de las cuales, la prioridad es posicionar a México entre las 10 economías más importantes del mundo.
La última vez que el país se colocó en este lugar fue en 2004; incluso, en el año 2000 ocupaba la novena posición, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Regresar a México al podio de las economías desarrolladas parece una tarea titánica, pues cuando se presentó el Plan México aún no se sabía con certeza el alcance de las promesas de campaña de Trump, una vez que tomara la presidencia.
Trump y sus planes para México
Este lunes 20 de enero, ya como presidente de la nación más poderosa del mundo, el magnate firmó una orden ejecutiva para declarar una emergencia nacional en la frontera sur con México.
Lo que implica, según él, que “todas las entradas ilegales van a parar de inmediato y comenzará el proceso de devolver a millones y millones de criminales de vuelta a los lugares de donde vinieron”. Además, enviará personal militar a la frontera sur para repeler lo que calificó como “la desastrosa invasión de nuestro país”.
Trump también anunció que restablecerá la política de “Quédense en México” y se pondrá fin a la práctica de detención y liberación.
Además, designó a los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras. Mediante la invocación de la ley de 1798 de enemigos extranjeros, otorgará al gobierno el uso del poder de las autoridades federales y estatales para eliminar a todas las pandillas y criminales internacionales que causen estragos.
Por la tarde del mismo lunes, Trump adelantó que su administración implementará “aranceles e impuestos” a sus socios comerciales, entre estos, una tarifa del 25% a productos de México y Canadá a partir del 1 de febrero.
Estamos estableciendo el servicio de rentas externas para levantar esas masivas cantidades de dinero que podrán entrar a la Tesorería Nacional de fuentes extranjeras
comentó
Caída del PIB
Según el coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, José Ignacio Martínez, las medidas anunciadas por Trump “envían una señal contundente” sobre su compromiso con sus promesas de campaña, afectando directamente a México como el eslabón más débil en la cadena de países amenazados, incluyendo Rusia, China, Canadá y la Unión Europea.
En este escenario, el analista del Tecnológico de Monterrey, Héctor Magaña, señaló que si se implementan aranceles de entre 5% y 25%, el impacto en el PIB de México podría ser negativo en al menos 0.5 a 1.5 puntos porcentuales, según la magnitud de la medida.
Asimismo, una anticipada depreciación del peso en respuesta a las medidas del gobierno estadounidense, podría aumentar la inflación, encareciendo productos importados y afectando tanto insumos industriales como bienes de consumo.
La dependencia económica de México respecto a Estados Unidos es significativa, con el 50% de sus exportaciones dirigidas al mercado estadounidense. Cualquier obstáculo a estas exportaciones, como la imposición de aranceles o la declaración de los cárteles de narcotráfico como grupos terroristas, tendría un impacto devastador en la economía mexicana, que ya enfrenta una desaceleración en 2025 en comparación con el año anterior
dijo Ignacio Martínez.
El académico de la UNAM precisó que la incertidumbre generada por las relaciones bilaterales también podría provocar la salida de capitales y una caída en la Inversión Extranjera Directa.
“Las empresas, al percibir un entorno comercial incierto, podrían posponer o redirigir inversiones hacia otros países. Esto, a su vez, impactaría el empleo en sectores clave como manufactura, comercio exterior y logística, reduciendo el consumo interno y la recaudación fiscal, creando un efecto dominó negativo en la economía nacional”, comentó.
Plan México, con modificaciones
Héctor Magaña indicó que aunque el Plan México no desaparecerá, es probable que sufra modificaciones dependiendo de la severidad de las medidas implementadas.
Las posibles consecuencias económicas de estas acciones serían severas y multifacéticas, impactando comercio, inversión, empleo y estabilidad macroeconómica
México depende en gran medida de Estados Unidos como su principal socio comercial, destinando más del 80% de sus exportaciones a ese país. La imposición de aranceles por parte de Trump encarecería las exportaciones mexicanas, afectando la competitividad de sectores clave:
- Sector automotriz: México es el cuarto exportador mundial de vehículos, por lo que cualquier arancel aumentaría los costos, reduciendo la demanda y afectando los empleos en la industria.
- Manufactura y electrónica: Exportaciones de maquinaria, equipo eléctrico y autopartes podrían sufrir reubicaciones de producción hacia Estados Unidos u otros países, impactando a las empresas mexicanas.
- Agricultura y agroindustria: Productos como aguacates, tomates y berries se encarecerían, perjudicando a los productores nacionales.
Las dificultades del proyecto de Sheinbaum
José Ignacio Martínez destacó que el Plan México no cuenta con una asignación presupuestal específica en la Ley de Egresos 2025, lo que complica la implementación de acciones clave, ya que los recursos provendrán de programas y acciones ya establecidos en distintas entidades.
Según el académico de la UNAM, esta falta de presupuesto dificultará el cumplimiento de las estrategias contempladas, dejando al Plan México vulnerable ante los retos impuestos por las políticas de Trump.
Las medidas de Trump también ponen en jaque la soberanía mexicana, especialmente ante la posible deportación masiva de inmigrantes y la militarización de la frontera sur de Estados Unidos
Martínez señaló que estas acciones no solo presionan a México en términos de seguridad, sino que también evidencian la incapacidad del país para contener la expansión de los cárteles de narcotráfico.
“Esto refuerza la percepción de que México ha sido incapaz de controlar la voracidad y operación de estos grupos a lo largo de los años”, comentó.
Uno de los puntos más críticos es la ausencia de una política de Estado sólida y articulada que permita a México cerrar filas ante las amenazas externas, debido a la falta de coordinación entre actores y agentes clave, junto con la ausencia de una respuesta unificada desde la Presidencia de la República.
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