El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) fue firmado este viernes en el marco de la reunión del G20, en Buenos Aires, Argentina.
El presidente Enrique Peña Nieto -en su último día de mandato-, el presidente Donald Trump y el primer ministro Justin Trudeau, firmaron el renovado acuerdo comercial que regirá las relaciones comerciales entre los tres países de Norteamérica.
“Hace 24 años, el TLCAN marcó un nuevo estándar. Hoy, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá es el primer tratado comercial que incorpora elementos para atender el impacto social del comercio internacional”, expresó Peña Nieto.
El T-MEC facilita la incorporación de todos los sectores de la economía, amplía la protección de los derechos de todos los trabajadores e incluye una cláusula que permitirá su actualización constante, destacó el presidente de México.
“Permite que cada país gane individualmente, pero también que Norteamérica se fortalezca cada vez más”, dijo Peña.
El T-MEC: la última herencia de Peña Nieto a López Obrador.
“Este es un modelo de acuerdo que modifica para siempre el panorama del comercio”, dijo Trump durante la ceremonia de la firma.
En su mensaje, el primer ministro de Canadá destacó que el libre comercio -sin tarifas- beneficiará a todos los involucrados.
Trudeau llamó a Trump a eliminar las tarifas al acero y al aluminio para no afectar a los trabajadores, haciendo referencia al anuncio de GM del cierre de 5 plantas en Norteamérica y el recorte de más de 14,000 empleos.
Los tres líderes agradecieron a los negociadores que estuvieron en conversaciones durante un año y medio: el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer; el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, y la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
¿Qué sigue?
Los Congresos de los tres países deben ratificar el documento y, aunque no se espera oposición por parte de México y Canadá, la nueva configuración de la Cámara de Representantes de Estados Unidos puede representar un ‘dolor de cabeza’ para su aprobación.
“México tiene que aprobar una ley sobre los derechos laborales, lo que aún no ha sucedido y ese es un predicamento en este acuerdo”, dijo la líder demócrata de los Representantes, Nancy Pelosi, el 12 de noviembre.
El acuerdo se negoció en ‘fast track’. Esto implica que el gobierno sólo lo puede aprobar o rechazar. De darse esta última opción, Trump tendría que pedir permiso al Congreso para negociar una vez más.