Síntomas de recesión en Estados Unidos, la ‘red flag’ para la economía mexicana

Síntomas de recesión en Estados Unidos, la ‘red flag’ para la economía mexicana

Las perspectivas sobre la economía de Estados Unidos apuntan a un mayor enfriamiento, e incluso no se descarta un escenario de recesión que, de concretarse traería consigo un impacto negativo para México.

Si bien la expectativa del PIB de Estados Unidos todavía apunta a un crecimiento ligeramente por debajo al 2% este año, la política comercial con los aranceles podría derivar en una caída de la actividad del país vecino del norte.

Ante la estrecha relación comercial, la economía mexicana también se encaminaría a un nulo crecimiento este año, cuyas perspectivas ya están deterioradas a pesar de no enfrentar aranceles generalizados, pero con una alta incertidumbre.

Un análisis de Wells Fargo supone que la tasa arancelaria efectiva se ubicaría en aproximadamente el 15% y se mantendrá en ese nivel hasta el cuarto trimestre de 2026.

Esperamos que la inflación aumente en los próximos meses, erosionando el crecimiento del ingreso real y provocando que el crecimiento del gasto real de consumo y el crecimiento del PIB real caigan en territorio negativo a partir del tercer trimestre de 2025

según Wells Fargo.

Actualmente, la Reserva Federal (Fed) prevé que la economía estadounidense anotará un crecimiento de 1.7% para este año, lo que aleja de momento el inicio de una recesión, pero todo dependerá de la reactivación de los aranceles que aplique.

Estados Unidos recula en aranceles y ‘patea’ la recesión

Frente a las estimaciones del golpe que padecería Estados Unidos con los aranceles recíprocos, Trump optó por su aplazamiento por 90 días para más de 70 países, una medida que además de impulsar a los mercados podría evitar una mayor desaceleración.

La decisión de Trump reduce significativamente la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión en 2025. Si bien el crecimiento probablemente se está desacelerando, la economía no se dirige a una recesión

dijeron analistas de HR Ratings.

Por su parte, el equipo de análisis de Banorte remarcó que el 2025 será un año de menor crecimiento, pero no de recesión, a pesar de que ya hay señales de menor dinamismo.

Todo apunta a una moderación pronunciada del PIB en el 1T25, donde estimamos un avance de solo 0.5% trimestral anualizado

según Banorte.

David Tapia, economista en jefe de Grupo Profuturo, uno de los fondos de pensiones más grandes de México, dijo que el “entorno parece transitar de un riesgo temporal a uno estructural, lo que eleva el sesgo a la baja para el crecimiento”.

Para la Fed, el dilema ya no es solo inflación vs. crecimiento. Hoy la pregunta es: ¿qué predomina ante la disrupción comercial, el pass-through de precios o el freno a la demanda? Por ahora, la respuesta parece ser mantener tasas elevadas por más tiempo

refirió Tapia.

El temor de México

Desde México no solo preocupa la desaceleración de Estados Unidos, también la de China, al tratarse de las dos economías más grandes del mundo.

Una señal que genera dudas son las expectativas de los consumidores estadounidenses, pues las perspectivas de inflación dentro de un año están en 6.7% anual, su nivel más alto desde noviembre de 1981.

El hecho de que los consumidores estimen un repunte de la inflación sugiere una mayor cautela en los hogares estadounidenses y por tanto pueda resultar en una menor demanda externa, impactando a México, el primer socio comercial.

Desde ING señalan tres factores clave ante ese pesimismo: los aranceles incrementarán los precios y reducirán el poder adquisitivo; los recortes del gasto público generan preocupación por el empleo y las prestaciones sociales, y la caída de los mercados bursátiles y de bonos está erosionando la riqueza de los hogares.

Esto significa que los precios, los ingresos y la riqueza están perjudicando al sector doméstico, y es comprensible su ansiedad

según ING.

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