De aprobarse la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, México regresaría a los años 70, comentó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín.
En conferencia de prensa, el titular de la CCE señaló que durante aquella época, México registraba apagones a causa de la falta de producción eléctrica, así como de sobrepecios que eran mitigados con subsidios por parte del gobierno.
“Hubo meses en los que había días oscuros por la falta de energía en el país”, señaló Carlos Salazar.
Añadió que lo que busca el CCE es evitar que suceda algo parecido y lo ha logrado a partir de que el sector privado participe de la inversión en el sector eléctrico.
El titular del CCE mencionó que el sector privado tiene un monto comprometido en la industria eléctrica de 44,000 millones de dólares (mdd).
Mayores costos
Por su parte, el presidente de la Comisión de Energía del CCE, Régulo Salinas, explicó que la inversión privada es importante ya que es un factor determinante en el costo final de la energía eléctrica en México.
Comentó que los precios de la producción eléctrica en la Comisión Federal de Energía (CFE) rondan los 1,400 pesos por megawatt, mientras que los de la iniciativa privada en “ciclos combinados”, es decir entre producción renovable y energía combinada, tienen un promedio de 800 pesos.
Régulo Salinas explicó que esto se debe a que las plantas de producción de la iniciativa privada tienen menos tiempo de vida que las de la CFE, por lo que son mucho más eficientes.
“La antigüedad de las plantas de CFE tienen un promedio de 40 años”, comentó Salinas.
Concluyó que con la reforma eléctrica se busca que las plantas de la CFE aumenten su producción, lo que también aumentaría los costos y estos afectarían a todos los consumidores.
Por su parte, Carlos Salazar añadió que la demanda de energía ha incrementado alrededor de 3% a tasa anual, por lo que se requieren inversiones anuales de 87,000 mdp, y el presupuesto anual de la Comisión Federal de Electricidad es de 45,000 mdp.
“Hay que tomar en cuenta que esos 45,000 mdp se tienen que invertir también en nuevas líneas de transmisión y en nuevas líneas de distribución”, comentó el presidente del CCE.
“No alcanza para la generación, ni para la distribución de la energía”, enfatizó Salazar Lomelí.
Retroceso económico y ambiental
La reforma eléctrica es “radical y negativa” para el desarrollo económico y ambiental del país, señaló Citibanamex en una nota especial.
De acuerdo con el análisis, la iniciativa de la actual administración “redefine el
marco institucional” que promueve la competencia y la generación con energías
limpias y regresa al modelo monopólico de la CFE.
Añadió que si bien no estiman que será aprobada dicha ley, comentaron que los riesgos de aprobación han aumentado “significativamente”.
“Aumentan los riesgos de un desarrollo de la oferta de electricidad insuficiente para el crecimiento del país”, concluyó Citibanamex.
Contra la competencia
En un análisis reciente, Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) coincidió en que de aprobarse la reforma, los costos de la electricidad aumentarían y golpearía a los hogares y empresas mexicanas.
Añadió que aumentaría el daño al medio ambiente, iría contra la competencia y atentaría contra el Estado de derecho de un sector clave para la economía nacional.
“De aprobarse, los principales afectados serán los mexicanos, quienes pagarán el costo a las finanzas públicas, ya sea a través de mayores tarifas eléctricas o mediante impuestos que serán necesarios para financiar los mayores costos de generación”, advirtió el IMCO.