En la tercera convención binacional, organizada por la American Society of Mexico (AMSOC), la reforma al Poder Judicial, así como la que elimina los órganos autónomos, salieron a relucir en la inauguración del evento.
Estas no son reformas menores se tratan de cambio vitales que impactarán no solo el marco legal interno, sino también la relación comercial y política con nuestros principales socios, en particular con Estados Unidos,
dijo el presidente de la AMSOC, Larry Rubin.
Agregó que desde la comunidad americana hace un exhorto al Poder Legislativo a tomarse el tiempo necesario para analizar la reforma judicial que actualmente está en discusión, así como la reforma que afecta a los órganos autónomos.
Las decisiones legislativas que se adopten en un país tienen repercusiones profundas y directas en la relación binacional, especialmente en un momento donde la cooperación y el diálogo son más necesarios que nunca,
declaró.
Consideró que Estados Unidos apoya el concepto de la reforma en México, pero “preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción ni fortalezca el Poder Judicial”.
Es esencial que cualquier reforma de esta magnitud se lleva a cabo con sumo cuidado, se estudie a profundidad, no se haga legislación al vapor y se involucre a todos los actores.
Ante la reforma al Poder Judicial, hacen una llamada al Congreso
Rubin solicitó al Congreso de la Unión que tome en consideración la inversión más importante de este país, que es la inversión de Estados Unidos en México. “Para nosotros es vital poder participar en las discusiones activas, propones y coadyuvar para que México tenga un Estado de Derecho fortalecido”.
Para las empresas de Estados Unidos en México, el Estado de Derecho significa mucho. Por eso, es nuestro interés pedirle y solicitar al Congreso que se tome el tiempo de deliberar en una de las reformas más cruciales de este país como es la reforma del Poder Judicial y órganos autónomos.
El representante de la comunidad estadounidense mencionó que debilitar los órganos autónomos podría abrir la puerta para dañar un acuerdo comercial: el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Con la revisión de este acuerdo programada para el 2026, cualquier cambio que socave la independencia de estos órganos podría derivar en disputas comerciales que afectarían a nuestras economías y la confianza mutua que hemos construido con tanto esfuerzo.
La reforma que busca eliminar a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Federal de Competencia (Cofece), Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Además del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU).
Rubin pidió de nueva cuenta que el Poder Legislativo se tome el tiempo necesario para debatir y dialogar sobre estas reformas. “El que se tarden, en vez de dos días o cuatro días, se tarden un mes, dos meses, cuatro meses o seis, en discutir una reforma tan esencial para mexicanos y estadounidenses”.
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