El paquete de reformas constitucionales, conocido coloquialmente como el ‘Plan C’, así como el manejo de la deuda y déficit, serán factores claves para la calificación crediticia en el próximo gobierno, de acuerdo con la agencia calificadora Fitch Ratings.
En un análisis Fitch Ratings detalló que el presidente Andrés Manuel López Obrador priorizará seis reformas constitucionales antes de dejar el cargo, incluida la reforma al Poder Judicial.
Creemos que las reformas propuestas afectarían negativamente el perfil institucional de México, pero la gravedad de su impacto podría quedar más clara una vez que se aprueben e implementen,
se lee en el informe.
La calificadora añade que los débiles indicadores de gobernanza ya limitan la calificación soberana de México y solo se compensan parcialmente con un historial de política macroeconómica prudente, creíble y consistente.
La calificación crediticia de México se encuentra en BBB negativa con Perspectiva Estable. Esto quiere decir que la nota soberana está un escalón arriba de perder el grado de inversión.
Hace un mes Fitch ratificó la nota soberana de México en BBB negativa con Perspectiva Estable, bajo el argumento de un marco macroeconómico prudente, finanzas públicas estables y una deuda que se mantiene debajo de la media de países que tienen la calificación similar.
Seguirá la política fiscal: Fitch Ratings
El documento señala que “la aplastante victoria” de Claudia Sheinbaum — el pasado 2 de junio — dará continuidad de la política macroeconómica, incluso en la política fiscal y monetaria.
En este sentido, agregan que el déficit fiscal -la medida más amplia del déficit- crecerá sustancialmente este año, lo que hace de la consolidación fiscal un desafío clave.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha proyectado que el déficit fiscal se ubique en 5.9% del PIB en 2024 y se espera que baje entre 3% y 3.5% en 2025.
La presidenta electa, remarco Fitch Ratings, ha indicado que priorizará la reducción del déficit de manera congruente con la estabilización de la trayectoria de la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos años, pero no está claro el apetito político por reformas que impulsen los ingresos públicos.
La SHCP, a cargo de Rogelio Ramírez de la O, ha calculado que el saldo histórico de la deuda se ubicará en 50.2% del PIB en 2024 y 2025.
Nuestras proyecciones de referencia prevén un aumento gradual de la deuda en relación con el PIB por encima del 51% debido a mayores déficits primarios, altos costos de endeudamiento y un crecimiento moderado de la economía, que promediará 2% en 2024-2026.
Señalan que el presupuesto del siguiente año, que se presentará a mediados de noviembre, debería ayudar a aclarar los objetivos fiscales de la nueva administración.
Fitch Ratings también añade que Petróleos Mexicano (Pemex) es “una carga fiscal” y consideran que la administración de Claudia Sheinbaum seguirá comprometida a respaldar financieramente a la empresa.
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