El pesimismo volvió a permear a los empresarios del país durante noviembre pasado, centrando su desconfianza en el momento adecuado para invertir.
De acuerdo con datos desestacionalizados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) general cayó 1.40% en el penúltimo mes del año, respecto a octubre.
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Esta disminución se dio después de registrar un crecimiento de 3.24% previo, el cual significó romper una racha negativa de cinco meses al hilo con descensos.
Lo anterior colocó al ICE, que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 46.40 puntos, consiguiendo cinco meses consecutivos por debajo del umbral de 50 puntos.
Riesgos latentes
La confianza empresarial podría opacarse más si la inflación no cede, dando pie a que los bancos centrales sigan con el endurecimiento monetario que desincentivará a la actividad económica.
Otros factores que también mermarían la confianza de la IP serían la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión, la continuación de conflictos geopolíticos.
Así como los confinamientos en China en provocan disrupciones en las cadenas de suministro globales y el miedo en los mercados por el endurecimiento monetario de la Reserva Federal (Fed) para revertir los altos niveles inflacionarios en la Unión Americana.
Tanto el contexto nacional como el global provocaron que la mayor desconfianza del empresariado fuera en el momento adecuado para invertir.
Motor económico continúa sin carburar
Los sectores económicos que considera el ICE son manufactura, construcción, comercio y servicios; los cuatro presentaron caídas.
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El más importante por su peso en la economía mexicana es la industria manufacturera, que mostró un descenso mensual en noviembre, de 0.67%, la séptima baja seguida.
Este pesimismo manufacturero se depositó principalmente en la desconfianza del empresariado en el momento adecuado para invertir, con una disminución de 1.37%.
Otro descenso importante se dio en el indicador sobre la situación económica futura de la empresa (1.08%).
Desplome en servicios
El desplome sectorial más pronunciado del ICE en noviembre pasado fue en servicios privados no financieros, con un descenso mensual de 1.92%.
La mayor desconfianza de los empresarios dedicados a este sector correspondió tanto al momento adecuado para invertir (disminuyó 11.92%) como en la situación futura de la empresa (2.90%).
Por su parte, el ICE de comercio se contrajo 1.46%, hilando siete meses con variaciones negativas.
El ICE de la construcción se desplomó 0.76%, extendiendo su racha a nueve meses con bajas y dejando de lado los beneficios por las grandes obras federales como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya o el Corredor Transístmico.