México se colocó como el segundo país más competitivo de América Latina y como el número 46 en el ranking mundial de competitividad del Foro Económico Mundial.

El Reporte de Competitividad Global 2018 evalúa los factores que determinan la productividad de un país y calcula su competitividad frente a la “cuarta revolución industrial”, calificando factores como el capital social, la preparación para el futuro, negocios disruptivos, apertura de comercio de servicios y la deuda.

México se ubicó en el lugar 46 de entre 140 países analizados, con una calificación de 64.60 de 100. Con esto cambió de la cuarta a la segunda posición en América Latina.

En comparación con los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), pasó del cuarto al tercer lugar, superando a India y a Brasil.

De acuerdo al análisis del WEF, la principal fortaleza de México es el tamaño del mercado al ser una de las economías más grandes del mundo en términos de producción, comercio y población.

Pero no todo es color de rosa

Si bien México se encuentra “mejor”, esto podría deberse únicamente al cambio de metodología en la medición.

De ser el país número 44 el año anterior, este año México se ubica en el 46.

El análisis destaca a las instituciones como principal debilidad de México, debido a la percepción del crimen organizado y baja calidad en los servicios policíacos, así como la elevada tasa de homicidios, los cuales a la fecha son de 19.3 por cada 100,000 habitantes.

Estos dos factores representan la mayor debilidad en todo país de América Latina.

Dentro del mercado laboral, el desafío de México se centra en el incumplimiento de derechos de los trabajadores y la elevada tasa impositiva laboral.

El reporte también menciona que la competitividad de América Latina es frágil y podría verse amenazada por el proteccionismo comercial e incertidumbre política que vive el mundo actualmente.

 

 

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