Durante agosto pasado, las familias mexicanas “tomaron un respiro” en cuanto a los precios, pues la inflación general perdió ritmo y el componente subyacente, principal indicador de las decisiones de política monetaria, continuó desacelerando.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 4.99% a tasa anual en el octavo mes de 2024.

Esta variación fue menor respecto al resultado de julio (5.57%), sin embargo, sigue lejos del rango objetivo de la inflación anual del Banco de México (Banxico), de 3% +/- un punto porcentual.

La última vez que se colocó en dicha meta fue en febrero de 2021 (3.76%); a lo anterior de añade que los precios al consumidor llevan cinco meses consecutivos con una tasa superior a 4.5%.

Inflación subyacente continúa perdiendo ritmo

El comportamiento de la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles, siguió inyectando certidumbre a los mercados, ya que en ésta Banxico centra sus decisiones de política monetaria.

Durante agosto de 2024 se colocó en 4.00% anual, lo que significó la variación más baja en los últimos 42 meses, debido a la desaceleración en mercancías y en servicios.

Mientras la no subyacente llegó a 8.03%, inferior a los resultados del último mes; en su interior la inflación de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno llegó a 6.58%, menor al indicador del mes previo, y la de agropecuarios, a 9.45%, siendo un mínimo de tres meses.

Suben los precios

A tasa mensual, el Índice Nacional de Precios al Consumidor del país aumentó 0.01% en agosto del presente año, que significó tres meses al hilo con variaciones positivas.

Los servicios y productos con mayor variación fueron limón (18.16%), piña (14.20%), uva (9.50%) y durazno (5.13%); mientras las caídas más pronunciadas se observaron en chayote (61.07%) y ejotes (20.78%).

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