El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que el país está en riesgo de perder su grado de inversión por la aprobación de la reforma al Poder Judicial, el déficit fiscal y la eventual aprobación de otras reformas constitucionales del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El grado de inversión de México — aunque estamos en BBB, todavía tenemos un ‘escaloncito’ de amortiguamiento— con esto que está sucediendo, se está poniendo en peligro para los siguientes dos años,

advirtió el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Víctor Manuel Herrera Espinosa.

La agencia calificadora Moody’s otorgó la nota “Baa2” con perspectiva Estable para México; Fitch la ratificó en BBB- con perspectiva Estable; y S&P la colocó en BBB con perspectiva Estable para la deuda en moneda extranjera.

Para evitar lo antes dicho, Herrera Espinosa consideró, en rueda de prensa, que se tiene que corregir el déficit fiscal, de 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), y el desmantelamiento del aparato institucional de México.

El integrante del IMEF mencionó que perder el grado de inversión “es una situación que no queremos tener en México” y que “nadie la desea”.

Explicó que cuando un país pierde el grado de inversión “salen” muchos capitales invertidos, en el caso de México sería principalmente en la deuda soberana. Además de que se observaría una depreciación “importante” del peso, así como altas tasas de interés, tanto internas como externas, y se inhibiría la inversión.

El presidente del IMEF, José Domingo Figueroa Palacios, prevé que la próxima administración, a cargo de Claudia Sheinbaum Pardo, sea consciente de la situación y espera que se tomen las medidas pertinentes.

Prioridades para Claudia Sheinbaum, de acuerdo con el IMEF

Figueroa Palacios anticipa que el gobierno de Claudia Sheinbaum tendrá cuatro prioridades en materia económica. 

La primera es el déficit fiscal de 5.9% del PIB en 2024; el segundo, Petróleos Mexicanos (Pemex); el tercero, la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); y, finalmente, ofrecer condiciones a la inversión privada.

Explicó que el último reto “se volvió todavía más importante con la aprobación de la reforma judicial porque está presentando un escenario de desconfianza y de falta de seguridad jurídica a largo plazo para los inversionistas”.

Víctor Herrera Espinosa añadió que durante casi todo el sexenio se mantuvieron las variables económicas más o menos estables, pero este último año sí ha habido una descomposición completa y una de las prioridades del siguiente gobierno es poder reinstalar confianza al inversionista.

El IMEF también revisó a la baja su estimación de crecimiento para el PIB de México al pasar de 1.7% a 1.5%. La caída se debe, principalmente, a que la inversión fija bruta retrocedió en junio y se dio un freno al consumo privado y el empleo reportado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

También la dinámica de desaceleración de la economía estadounidense influye en nuestra economía, pero hay factores políticos internos que han frenado la inversión sustancialmente,

señaló el IMEF en un comunicado.

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