Los mercados monetarios elevaron las apuestas a que las tasas de interés de Estados Unidos subirán en 2023, provocando una sacudida en las acciones, que pronto tendrán que prepararse para el día en que la Reserva Federal (Fed) empiece a reducir su apoyo a la economía.

Con los demócratas controlando el Congreso y la Casa Blanca es casi seguro que habrá más gasto del gobierno, acelerando potencialmente la recuperación económica y la inflación.

Los rendimientos del Tesoro a 10 años están por encima de 1.10%, un máximo de nueve meses, luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, prometió billones de dólares extra de gasto fiscal de forma urgente, ante un alza en los contagios de COVID-19.

Algunos creen que la Fed podría empezar a retirar -o reducir- su programa de compra de activos de 120,000 millones de dólares al mes a finales de año, preparando el terreno para un aumento de 0.25 puntos base de la tasa de interés en 2023.

Los futuros del eurodólar que vencen en septiembre de 2023 muestran expectativas de un alza acumulada de 40 puntos base para entonces, comparado con los 30 puntos base proyectados la semana pasada.

Los futuros son una apuesta sobre la dirección de la tasa interbancaria de Londres a corto plazo (LIBOR), uno de los puntos de referencia de tasas de interés más usados en los mercados financieros mundiales. Los inversionistas cubren el riesgo de las tasas en el mercado del eurodólar.

El cambio fue acompañado por un mayor volumen de negocio, lo que implica un consenso más amplio de las expectativas: el volumen de operaciones del viernes para los contratos a junio de 2023 fue el tercero más grande del que se tenga registro.

Los mercados de bonos están adelantando el momento de la primera subida de los tipos de interés de la Reserva Federal, aunque la gente se está dejando llevar un poco por el estímulo fiscal de Biden

dijo Thomas Costerg, economista senior de Pictet Wealth Management

Costerg considera que el cambio en los futuros eurodólar es una reacción exagerada, dados los retos a los que se enfrenta la economía que está luchando con el COVID-19, por lo que espera que la primera subida de tipos no se produzca hasta 2025.

Los contratos de futuros eurodólar que vencen en diciembre de 2022 mostraron las primeras señales de cambio de expectativas sobre las tasas de Estados Unidos, con un precio que considera 10 puntos base de aumento de las tasas para entonces, en comparación con ningún cambio hasta la semana pasada.

Los movimientos contribuyen a las pérdidas del mercado bursátil este lunes

El estratega de Société Générale, Kenneth Broux, mencionó que los mercados están fijando precios que consideran subidas de las tasas a finales de 2023, pero advirtió que el marco temporal “seguirá cambiando, especialmente si Estados Unidos sigue perdiendo puestos de trabajo como pasó en diciembre”.

Durante el mes pasado, el mercado laboral estadounidense eliminó 140,000 plazas, con lo que la tasa de desempleo se ubicó en 6.7%, lo que equivale a un total de 10.7 millones de personas desempleadas.

Reducción de estímulo

Mucho antes de cualquier aumento de las tasas, la Fed tendrá que reducir sus compras de activos, lo que disminuye el flujo de liquidez a los mercados. Los mismos temores provocaron una corriente vendedora de una semana en los mercados de acciones y bonos en 2013, el llamado “taper tantrum”.

La reducción puede comenzar a finales de 2021, según Deutsche Bank, señalando que la Fed podría revelar su intención de hacerlo en junio “si están convencidos de que el despliegue de la vacuna va bien y el crecimiento está volviendo a su curso, antes de una reducción gradual en diciembre”.

Morgan Stanley espera que esto suceda a partir de enero de 2022, con un recorte de 10,000 millones de dólares de bonos del gobierno y 5,000 millones de deuda respaldada con hipotecas en cada reunión con el objetivo de detenerlas completamente para 2023.

En sí misma, la reducción no llevará a un aumento de las tasas, pero impulsaría los rendimientos, un reto para mercados que tienen valoraciones elevadas.

“La historia de los mercados de renta variable trata del diferencial entre los rendimientos de las ganancias empresariales y los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años”, dijo Costerg de Pictet Wealth.

Una parte de la ecuación – los tipos de interés – era fija, pero ahora la gente teme que pueda empezar a moverse

Con información de Reuters