Bank of America (BofA) considera que la sequía en México representa un riesgo potencial para el aumento de la inflación a mediano plazo.
De acuerdo con la institución financiera, si bien se prevé que la inflación se mantenga por encima del 4% en México durante el resto de este año y 2025, la falta de agua podría hacer que este porcentaje aumente, o al menos dificultar el objetivo que tiene el Banco de México a largo plazo, que pretende alcanzar 2%.
La razón detrás del riesgo de aumento es la inflación subyacente. Esto porque la sequía está afectando directamente a la producción agrícola, lo que impacta al precio de los alimentos, que son parte de este indicador.
“El efecto de las sequías en la inflación general pasa a través del subcomponente de frutas y verduras (…) los efectos de las sequías podrían ser más persistentes”, se lee en el reporte publicado este jueves 22 de febrero.
La sequía presionará a la inflación subyacente
La estimación de este probable incremento también se basa en evidencias recopiladas por BofA, que muestran que en años anteriores las regiones afectadas por sequías han experimentado aumentos en la inflación, incluyendo la inflación subyacente, en un lapso de seis meses.
Esto se refleja tanto en el aumento de precios de bienes y servicios como en el sector energético en los diferentes estados de México.
Un dato que se suma para el análisis de este posible riesgo, es que en México, la preocupación por la disponibilidad de agua se ha intensificado en los últimos años, con más del 80% de los municipios enfrentando algún tipo de problema hídrico, según datos recopilados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
A la par, los datos de los organismos encargados en analizar la capacidad hídrica en México revelan una realidad desafiante: la proporción de municipios que experimentan sequías ha mostrado un aumento constante, aunque volátil, desde 2014.
Los primeros meses del año serán complicados para el país
“Desafortunadamente”, señaló Bofa, las proyecciones para los primeros meses del año no ofrecen un panorama alentador.
La precipitación esperada se encuentra por debajo de su promedio histórico, lo que indica que la situación podría agravarse en los próximos meses, exacerbando aún más la escasez de agua en diversas regiones del país.
Al ampliar la mirada, se observa que estas dificultades no son recientes, sino que han sido persistentes a lo largo de las últimas dos décadas.
Lo preocupante es que no solo ha habido un aumento en la frecuencia de las sequías, sino también en su intensidad.
Los períodos de sequía se han vuelto más prolongados y secos, afectando negativamente tanto a las áreas urbanas como rurales del país.
“El problema podría ser mayor si la inflación no subyacente contamina las expectativas de este indicador, además se espera que Banxico comience a recortar la tasa de política monetaria pronto”, se lee en el documento.
Nearshoring, en riesgo por falta de agua
Por la sequía también se podría dificultar para México el aprovechar la relocalización de las cadenas de suministro, es decir, el nearshoring.
BofA informó que ya tiene conocimiento de que líderes industriales, así como inversionistas locales como extranjeros, ya están preocupados por la disponibilidad de agua.
De hecho, algunos de los estados más afectados están entre “los ganadores del nearshoring hasta ahora”, como Sonora y Chihuahua.
Además de la región norte, otra zona vulnerable que enfrenta a la sequía, es el Bajío, con San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro
Al 31 de enero, las sequías se extendieron por México, alcanzando 2,064 municipios, 83.5% del total que hay en el país; 50.2% más de los afectados en 2022.
“La escasez de agua podría frenar el desarrollo industrial en estas regiones. Si los gobiernos locales quieren aprovechar al máximo la oportunidad del nearshoring, la disponibilidad de agua debe estar en la agenda de cada estado”, mencionó la publicación.
Te puede interesar: