La inseguridad pública durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador vivió sentimientos mixtos. Por un lado, una menor incertidumbre por parte de la ciudadanía contra un aumento en algunos delitos como narcomenudeo, abuso sexual y trata de personas.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), la percepción de inseguridad pública en México alcanzó mínimos históricos al cierre de la administración del expresidente morenista.
Al inicio del gobierno de López Obrador, 73.7% de la población mayor de edad declaró sentirse inseguro en su ciudad de residencia, mientras al término del tercer trimestre de 2024, el fin de la pasada gestión, se ubicó en 58.6%.
A simple vista, esta disminución de 15.1 puntos porcentuales en la percepción de inseguridad de los ciudadanos mexicanos manifiesta un impacto positivo por la retórica utilizada en los temas de seguridad nacional.
Sin embargo, los datos oficiales sobre algunos delitos demuestran que el discurso de “la baja en inseguridad en el país” durante todo el sexenio pasado resultó en un espejismo.
Las excepciones de inseguridad
Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, considerando los acumulados de enero a septiembre de los seis años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los homicidios, tanto dolosos como culposos, disminuyeron.
Éstos pasaron de 33,212 en 2018 a 32,509 en 2024, dando una disminución de 2.1%, que tampoco significó una reducción sustancial para los homicidios en todas sus modalidades: con arma blanca, con arma de fuego, con otro elemento y accidente de tránsito.
En el caso de los robos, que incluye a casa habitación, de vehículo, de autopartes, a transportista, a transeúnte, entre otros, bajaron de 607,597 en 2018 a 437,994 en este año, pero respecto a 2023 (405,956) repuntaron.
Los focos rojos
Bajo estas excepciones se diseñó la retórica de que retrocedió la inseguridad pública en el territorio mexicano, no obstante, al observar otros delitos de gran relevancia para la sociedad, ésta se desvanece.
Un ejemplo claro es el narcomenudeo, pues pasó de 43,218 delitos de este tipo en 2018 a 69,706 en 2024, es decir, un crecimiento de 61.3%; esta tendencia también se presentó en trata de personas con un aumento de 63.7% en dicho periodo.
Aunque uno de los mayores focos rojos es el abuso sexual, ya que pasó de 14,057 delitos en 2018, antes de la llegada de López Obrador a la Presidencia, a 26,391 en 2024, último año del gobierno obradorista, tendiendo un incremento de 87.7%.
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