Durante noviembre, la inflación en Estados Unidos aceleró a 6.8% a tasa anual, un nivel no visto desde 1982, a medida que persisten los choques de la demanda y la oferta.

Las cifras publicadas por el Departamento del Trabajo estuvieron en línea con lo esperado por el mercado.

El alza de precios fue de 0.8% mensual, respecto al salto de 0.9% en octubre, según el índice de precios CPI.

En un comunicado, la dependencia detalló que el avance mensual fue resultado de incrementos en la mayoría de los componentes, como ocurrió el mes pasado, pero la gasolina, vivienda, comida, y los vehículos usados y nuevos destacaron como los que más contribuyeron.

La inflación subyacente, que excluye precios volátiles como el de la energía, se mantuvo elevada y aumentó 0.5% en octubre contra el 0.6% de octubre. En su comparación anual, el componente avanzó 4.9%, su mayor nivel en 30 años.

El dato de inflación refuerza las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) acelere el retiro de su programa de compra de activos (tapering) en su última reunión del año la próxima semana, de acuerdo con Bloomberg.

“Estos son niveles de inflación pavorosamente altos, como no habíamos visto en décadas”, dijo Allen Sinai, estratega y economista en jefe global de Decision Económica a The Wall Street Journal.

Sin embargo, agregó que detrás del alza hay factores positivos, como un mayor gasto por parte de los consumidores, altas contrataciones, una política monetaria relajada y estímulos fiscales sin precedentes.

De acuerdo con el medio especializado, la fuerte demanda de bienes como muebles y vehículos ha contribuido a las presiones en los precios y las empresas siguen enfrentando dificultades para conseguir materiales por los problemas en cadenas de suministros.