Desde la segunda mitad de 2024, la industria de la construcción, pilar en la administración de Andrés Manuel López Obrador, está sumergida en una fase de crisis tras la conclusión de las obras insignia del gobierno de la 4T.
A esta situación se suma que aún no comienza la ejecución de los proyectos considerados en el Plan México, que presentó a inicios de enero la presidenta Claudia Sheinbaum; sin embargo, en este periodo de crisis, el sector privado “ha dado la cara”.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor de la construcción disminuyó 24% a tasa anual durante noviembre del año pasado, hilando su séptima caída.
Además, la baja en el nivel de producción del sector significó el peor resultado desde mayo y junio de 2020, los meses más castigados por el cierre de actividades no esenciales debido a la pandemia.
Los retrocesos en construcción
El desplome de 24% de la industria de la construcción fue producto, desde la óptica del sector contratante, de los retrocesos de 47.6% en la obra pública y de 1.2% en la privada.
En el caso de la obra pública, que también alargó su racha a siete meses con variaciones negativas, significó la caída más pronunciada desde que se tienen registros; esto se debe a que de las obras insignia, solo queda la ejecución del Corredor Interoceánico y algunos “detalles” del Tren Maya.
Para la obra privada, representó la tercera disminución seguida, aunque con tasas de un dígito; no obstante, su importancia radica en que concentra 60% del valor total de la industria de la construcción.
2024, año negativo para la construcción
En el acumulado de enero a noviembre de 2024, la construcción retrocedió 5.4% anual, después de dos años con alzas, destacando una contracción de 17.7% en el sector público.
Por su parte, el sector privado “dio la cara” al presentar un aumento anual de 5% en el periodo de análisis, consiguiendo tres años consecutivos con avances, y llevando su valor de producción hasta los 368,690 millones de pesos.
De dicho monto, 63.9% se concentró en las obras relacionadas a vivienda y a edificios industriales, comerciales y de servicios, y en menor medida, instalaciones en edificaciones (8.6%) y carreteras, caminos y puentes (5.7%).
Descenso en obras ferroviarias y refinerías
En cuanto a la obra pública, el valor de producción sumó 250,547 millones de pesos a noviembre del año pasado, donde los mayores montos se concentraron en obras ferroviarias y refinerías, así como plantas petroleras (aportación conjunta de 48.2% del total).
Sin embargo, estos dos apartados exhibieron un menor valor respecto a igual lapso de 2023; se añade que para 2024 no se registraron recursos en vivienda y en obras y trabajos auxiliares para la electricidad y telecomunicaciones.
De hecho, sus mayores alzas, con valores de producción bajos, se dieron en obras de transporte en ciudades y carreteras; sistemas de agua potable y alcantarillado, y edificios industriales, comerciales y de servicios.
La esperanza de reactivar a la industria de la construcción recae en el Plan México del gobierno de Claudia Sheinbaum, el cual contempla un portafolio de inversiones, nacionales y extranjeras, de 277,000 millones de dólares.
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