México es el país con mayor estrés laboral en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Datos del organismo demuestran que hasta hace unos años, el 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como Estados Unidos y China.
El estrés laboral puede provocar la saturación física y mental del trabajador; además de afectar su entorno próximo, incluso generando problemas familiares, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Puede afectar en cualquier nivel socioeconómico, pero es un tema poco entendido por alguna parte de la población, como demostró el presidente Andrés Manuel López Obrador este miércoles al dar a conocer la renuncia del secretario del Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo.
La actividad pública, el servicio público, produce estrés. Antes yo pensaba que el estrés era una exquisitez de la pequeña burguesía, pero no, sí existe y no todos estamos hechos para resistir presiones,
reconoció López Obrador.
¿Por qué es importante atender este problema?
A largo plazo, el estrés laboral provoca un descenso en la calidad de vida, problemas de salud tanto físicos como mentales y puede provocar trastornos de depresión y ansiedad.
Y también tiene un impacto en la economía. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el estrés laboral puede llegar a representar pérdidas de entre el 0.5% y el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de una economía.
Para México, el estrés de los trabajadores genera costos entre los 5,000 y los 40,000 millones de dólares al año, según la OIT.
Los altos niveles de estrés laboral son uno de los factores que pueden afectar la productividad de los trabajadores.
En 2019, la productividad en México se contrajo 2%, su mayor caída desde 2009, según el índice global de la productividad de la economía que realiza el Inegi.