América Latina observa con nerviosismo la llegada del 5 de noviembre, fecha en que Estados Unidos llevará a cabo sus elecciones y donde se elegirá como máximo mandatario del país entre la actual vicepresidenta, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump, cuyos mandatos anteriores trajeron volatilidad a las principales economías de la región.
El comercio y los aranceles, junto con el impacto de la política monetaria de la Unión Americana en las tasas de interés globales, son temas clave que podrían afectar a Latinoamérica.
La escalada de tensiones entre Washington y China podría tener repercusiones particularmente fuertes para México, mientras que países como Brasil podrían verse beneficiados en ciertos escenarios de represalias comerciales.
Puede haber un resultado arancelario que ayude a América Latina si como resultado de una dinámica de ‘ojo por ojo’ redirige las compras de productos primarios desde Estados Unidos hacia otros proveedores como Brasil y Argentina
dijo Alejo Czerwonko, CIO para mercados emergentes en las Américas en UBS Global Wealth Management.
Las elecciones en EU y el T-MEC
Bajo una nueva presidencia de Trump, los aranceles a productos chinos aumentarían hasta un 60%, lo que afectaría indirectamente a la región. El expresidente ha propuesto imponer aranceles del 200% a los vehículos importados desde México, lo que podría sacudir la estabilidad económica del país.
La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 podría agravar esta situación, con las reglas de origen del sector automotriz como foco de atención.
Carlos de Sousa, estratega de mercados emergentes, advierte que una victoria de Donald Trump incrementaría la volatilidad en los activos mexicanos. A nivel regional, países sudamericanos como Chile, con exportaciones clave como el cobre y el litio, podrían ser menos vulnerables debido a la naturaleza insustituible de sus productos.
Mientras que una victoria de Kamala Harris reduciría significativamente los riesgos arancelarios, manteniendo las tarifas impuestas por Trump, pero sin escalarlas. Esto podría fomentar un entorno económico más estable para América Latina.
Argentina podría ser el país latinoamericano más beneficiado con Trump
Algunos analistas apuntan que ante un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la política de migración sería uno de sus objetivos, lo que impactaría de manera negativa en las remesas, las cuales hacen una gran contribución a varias economías latinoamericanas.
Algunos países centroamericanos, como Honduras y El Salvador, reciben más del 20% de su Producto Interno Bruto (PIB) en remesas, lo que significa que el impuesto podría traducirse en una pérdida de un par de puntos porcentuales del PIB por año.
En el caso de México, el mayor receptor de remesas de la región en término de monto de dólares, podría reducir en más de 6,000 millones de dólares (mdd) las entradas de dinero por año, según la estimación para este a
Por otro lado, una segunda administración de Donald Trump podría fortalecer la relación con el presidente argentino Javier Milei, cuya afinidad ideológica con el candidato del partido republicano podría traer beneficios para Argentina en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FIM).
Trump tendría un enfoque más ‘decibelial’ con los distintos países, menos institucional y más personal. Debido a la afinidad ideológica y el estilo de gobierno similar entre Milei y Trump, tal vez Argentina podría encontrarse con un poco de viento a favor en un escenario Trump
dijo Francisco Campos, economista jefe para América Latina en Deutsche Bank.
Con información de Reuters
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