El jueves 24 de febrero de 2022 se llevó a cabo el primer ataque de Rusia a la región de Donbás, en Ucrania, un año después, la orden dada por Vladimir Putin ha sumado a una crisis económica a nivel mundial que ya se venía gestando desde 2020 a causa de la pandemia de COVID-19.

A Europa le tocó sufrir el golpe más fuerte durante el invierno debido a la escasez de gas y petróleo, lo que derivó en una crisis energética que disparó los precios a un nivel que afectó a los hogares de países como Reino Unido.

Esta crisis se debió en gran parte a que Rusia es el principal abastecedor de gas natural de Europa, con 40% del total de las importaciones; mientras que es el segundo mayor surtidor de petróleo, sólo detrás de Arabia Saudí, con un 30%. 

Sin embargo, las afectaciones no sólo llegaron por parte de Rusia. Ucrania es uno de los principales exportadores de trigo y múltiples granos, por lo que los ataques han afectado su producción y por tanto las ventas hacia el extranjero.

Economía de Ucrania se contrajo un tercio

Incluso el colapso de la Unión Soviética no afectó tanto a la economía de Ucrania como la invasión de Rusia.

La invasión rusa asestó un golpe sin precedentes a la economía de Ucrania. El Producto Interno Bruto puede crecer un 0.3% este año en medio de una débil actividad económica, estima el banco central. Se espera que la economía se acelere lentamente cuando disminuyan los riesgos de seguridad.

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Golpe al precio de los granos

Diversos especialistas y organismos internacionales coinciden en que el conflicto bélico ha abonado a la crisis económica en diferentes países, situación que no cesará hasta el fin de la crisis. 

Los precios del maíz, trigo y soya continuarán siendo de los más afectados y se espera que sigan a al alza hasta niveles mayores a lo visto antes del enfrentamiento provocado por el Kremlin. 

De acuerdo con el Grupo Consultor en Mercados Agrícolas (GCMA), de enero de 2022 a febrero de 2023, los precios del maíz han subido 16%, aproximadamente unos 38 dólares.

Por su parte, el trigo  tuvo un aumento de 17% en su precio, aproximadamente 47 dólares por tonelada, durante el mismo periodo. Mientras que la soya incrementó su precio en un 13%, es decir, más de 65 dólares. 

Además del impacto  por la falta de salida de granos de Ucrania, la reducción en la producción de maíz por parte de Estados Unidos y el factor climático también han jugado un papel importante en el aumento de precios. 

Si bien es cierto que los futuros del trigo han bajado, desde el máximo alcanzado en marzo del año pasado a causa de la invasión a Ucrania,  los precios físicos del grano siguen altos debido a la incertidumbre del suministro. 

Los precios del trigo ruso se sitúan en torno a los 340 dólares la tonelada, incluido el coste y el flete, para su entrega en el sudeste asiático, frente al trigo rojo duro de invierno estadounidense, que ronda los 390 dólares la tonelada.

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Impacto a más productos

Los diferentes granos son utilizados como materia prima para la fabricación de productos como el pan o la tortilla, además de servir como alimento en industrias como la avícola.  

Un ejemplo del impacto hacía los bolsillos de los mexicanos a causa del incremento en el precio de los granos se ve reflejado en lo que se debe pagar para adquirir un producto de marcas como Bimbo y Gruma. 

El lunes 19 de diciembre del año pasado entró en vigor el cuarto ajuste de precios que Bimbo implementó a lo largo de 2022, según informó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec). La subida de precios fue de entre uno y cuatro pesos. 

Otros productos como la tortilla y el aceite también han mostrado un ajuste a la alza en el precio al consumidor final.

En el caso de la industria avícola, el precio del huevo ha sido el más afectado. Además de la gripe aviar que ha atacado a Estados Unidos, buena parte de las gallinas de esta nación eran alimentadas con grano comprado a Ucrania.

Durante enero del presente año, el huevo en la nación norteamericana tuvo un incremento de 8.5% en su precio, situación que ha orillado a los estadounidenses a comprar blanquillos en México, en donde el precio también es alto pero no tanto al ser autosuficiente. 

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 Con información de Reuters y AFP