Con la implementación de la reforma al Poder Judicial y la llegada del “segundo piso” de la Cuarta Transformación, surgieron cuestionamientos dentro del sector empresarial respecto a la continuidad del esquema de las asociaciones público-privadas.
Ante estas inquietudes, la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aclaró que no se cancelará este modelo, aunque se mantendrá el enfoque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Posterior al CEO Dialogue, un evento clave para la relación entre la nueva administración federal y sector privado de México y Estados Unidos, la mandataria señaló que el objetivo es que el gobierno conserve un papel predominante en estos esquemas de asociación, tomando distancia de las políticas aplicadas por administraciones anteriores, como la de Enrique Peña Nieto, donde el sector privado jugaba un rol más protagónico.
Son esquemas muy diferentes, en los que se pueden compartir tanto los riesgos como los beneficios
explicó Sheinbaum en conferencia de prensa.app
Subrayó que, a diferencia del pasado, no se permitirán proyectos de infraestructura en los que el sector privado asuma el control operativo a largo plazo, como ocurría anteriormente, citando como ejemplos, los modelos de carreteras.
Esos esquemas fueron muy onerosos y además en muchos casos con contratos que no eran benéficos ni para la nación, ni para el pueblo de México
comentó.
Ejemplos de las asociaciones público-privada de AMLO
No obstante, dejó claro que esto no significa que se cerrarán las puertas a nuevas oportunidades de colaboración entre el gobierno y el sector privado.
Como ejemplos, mencionó el Aeropuerto de Tepic, una obra iniciada bajo la administración de López Obrador, que cuenta con una estructura de inversión mixta: 51% pública y 49% privada.
Este tipo de asociaciones público-privadas representan el nuevo enfoque que busca privilegiar una mayor participación estatal, sin excluir el capital privado.
Sheinbaum también destacó la reciente compra de plantas de generación eléctrica de Iberdrola, que constituye otro ejemplo relevante de este nuevo esquema.
Iberdrola es un caso en el que existe una importante participación pública y una porción de fondeo privado
agregó.
La mandataria hizo hincapié en que este tipo de asociaciones están diseñadas para evitar que los contratos favorezcan únicamente a las empresas privadas, asegurando que el interés nacional sea prioritario.
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