Francia destinó el año pasado 31.2% de su PIB al gasto público para financiar jubilaciones, salud, empleo y familias, convirtiéndose en el país más generoso en la materia, mientras que Chile y México ocupan los últimos lugares, según un estudio publicado este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En 2017, México invirtió 5.8% del Producto Interno Bruto (PIB) en salud, cifra “bastante inferior” al 9% del promedio de los 35 países miembros y la tercera más baja del grupo, según el informe. En el mismo año, Chile destinaba al mismo sector 8.5% y Colombia 7.2%, detalla.
Al igual que en 2016 y 2014, Francia encabeza esta clasificación, establecida por la OCDE, con “gastos sociales públicos brutos” equivalentes a 31.2% de su PIB. Los países que le siguen en la publicación son Bélgica (28.9%) y Finlandia (28.7%).
La posición alcanzada por Francia marca también un retroceso en relación al nivel récord de 32% alcanzado en 2015 y 2016, inversión muy superior a la media de los 36 miembros de la OCDE, que se situó en 20.1% el año pasado.
El país galo se distingue en materia de salud pública, al que “consagra la parte más importante del PIB”, según los datos más recientes (8.8% en 2015, por delante de Estados Unidos y Alemania) del reporte elaborado por la OCDE.
Sin embargo, no es la nación que más gasta en todas las categorías. Para las pensiones de jubilación y viudez, el principal estrato de gasto público en la mayoría de los países ricos, Francia ocupa la tercera posición (13.9% del PIB en 2015, detrás de Grecia e Italia).
En la categoría de “asistencia de ingresos para la población en edad de trabajar” ocupa el séptimo lugar (5.4% del PIB en 2015), que incluye prestaciones por desempleo, prestaciones familiares y ayudas relacionadas con la discapacidad.
Aún si se incluye el gasto social privado, ya sea “voluntario” u “obligatorio”, y los impuestos específicos de cada país, Francia se mantiene en la cima del ranking del gasto social de los países de la OCDE”, con un total de 31.7% del PIB, por delante de los Estados Unidos que registró 30%, y Bélgica (26.7%).