La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos mantuvo sin cambios su tasa de interés de corto plazo en un rango de 5.25%-5.50%, aunque reconoció que la inflación se está acercando a su objetivo, con lo que deja la puerta abierta a futuros recortes.

Sin embargo, los integrantes del Comité Federal de Mercado Abierto no dieron indicios obvios de que una reducción sea inminente y optaron por mantener un lenguaje que indica que persisten las preocupaciones sobre las condiciones económicas.

También mantuvieron el discurso de que requieren observar más avances antes de que se puedan realizar reducciones de tasas. El mercado está apostando a que el recorte se dé en la reunión de septiembre.

El Comité considera que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación continúan moviéndose hacia un mejor equilibrio

señaló.

“La inflación se ha moderado durante el último año, pero sigue siendo algo elevada. En los últimos meses, se han producido algunos avances adicionales hacia el objetivo de inflación del 2% del Comité”, agregó.

El lenguaje del banco central representó una mejora respecto a la reunión de junio, cuando la declaración de política monetaria reconoció sólo un progreso “modesto” en la reducción de las presiones sobre los precios que hace dos años estaban en su nivel más alto desde principios de los años 1980.

La tasa de la Fed es la más alta en 23 años y se ha mantenido vigente durante el último año, como resultado de 11 aumentos destinados a reducir la inflación.

Tras darse a conocer el informe, el peso mexicano incrementó las ganancias registradas en la apertura, con un avance de 0.96%, para cotizar en 18.5843 unidades por dólar (Ciudad de México 12:03 horas).

Mercado busca señales de recortes de la Fed

Los mercados siguen buscando señales de que la Fed recortará las tasas cuando se reuniera nuevamente en septiembre, mientras los precios de futuros apuntan a más recortes en las reuniones de noviembre y diciembre, asumiendo movimientos de un cuarto de punto porcentual.

Sin embargo, la declaración mantuvo intacta una frase clave sobre las intenciones de la Fed: “El Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya ganado mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%”.

Esa frase ha puesto de relieve la dependencia de la Reserva Federal de los datos. Los funcionarios insisten en que no siguen un rumbo predeterminado para las tasas y que no se guiarán por pronósticos.

La medida preferida de la Fed muestra una inflación cercana al 2.5% anual, aunque otros indicadores indican cifras ligeramente más altas. La Fed tiene como meta una inflación del 2% y ha insistido en que se mantendrá en ese objetivo a pesar de la presión de algunos sectores para que tolere niveles más altos.

Además, el Producto Interno Bruto (PIB) sigue expandiéndose y registró una tasa de crecimiento anualizada del 2.8% en el segundo trimestre, muy por encima de las expectativas.

Aunque los datos del mercado laboral han sido un poco menos sólidos, la tasa de desempleo del 4.1% está lejos de lo que los economistas consideran alta.

Con información de CNBC

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