Si bien la economía de México rebasa las expectativas de crecimiento del gobierno federal en la primera mitad del año, las perspectivas para el segundo semestre del 2023 y su caída mensual en mayo manifiestan una tendencia diferente.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), con cifras desestacionalizadas, creció 3.4% a tasa anual en los primeros cinco meses del año en curso.
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Este aumento supera las expectativas optimistas del gobierno federal de alcanzar en todo el 2023 un incremento de 3.0%; además, rebasa al alza de 1.7% en el lapso enero-mayo del 2022.
Y si, en igual periodo de comparación, se descuenta la variación de 6.1% del 2021 que se dio por efecto rebote (caída de 9.0% en el 2020), la actividad económica del país no se ubicaba arriba de 3.0% desde el 2015.
Pero las señales de alerta provinieron de la disminución mensual del IGAE de 0.03% en mayo pasado, acumulando dos contracciones en cinco meses del 2023.
Desaprovecha oportunidad
Para Monex, a diferencia de lo que se esperaba, los datos de mayo son poco alentadores, pues a pesar del descomunal incremento en la construcción, la economía tuvo frenos que le impidieron aprovechar la oportunidad para entregar un crecimiento sobresaliente.
Añade que las cifras de julio serán claves para evaluar la influencia de las actividades turísticas, sobre todo en un contexto de profunda inestabilidad en los sectores industriales.
Por ahora, el panorama sigue siendo mejor que en años anteriores, pero el reporte del IGAE deja en claro que la percepción de que la veloz trayectoria al alza de la economía está asegurada es inadecuada
asevera el grupo financiero.
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Crecimiento perderá fuerza
Ve por Más (BX+) señala que la economía ha exhibido más resiliencia a lo esperado en lo que va del año, pero estima que se modere en el segundo semestre, ante los efectos del endurecimiento monetario y de un menor crecimiento externo.
Asegura que el consumo seguiría soportado en el corto plazo por el bajo desempleo, aunque el mercado laboral podría perder fuerza conforme se enfríe la actividad económica, sumándose una inflación elevada y altos costos crediticios.
La inversión puede perder dinamismo en un entorno de altas tasas de interés, erosión en márgenes de utilidad (inflación) y menor confianza económica (temor a una próxima recesión mundial). Por otro lado, prevemos que parte de ello sea compensado por la materialización de los proyectos asociados al nearshoring y a la implementación del T-MEC, especialmente en el norte del país
alerta BX+.
El grupo financiero concluye que el consumo y la actividad industrial en Estados Unidos han comenzado a mostrar señales de moderación, lo que impactará a México a través de la exportación, la captación de remesas y la llegada de viajeros.