Como en entradas extras de un partido de béisbol, Jesús Seade, subsecretario para América del Norte y jefe negociador del T-MEC, jugó uno de sus encuentros más complicados.

En la primera semana de diciembre de 2019, la última para que el Congreso de Estados Unidos aprobara el T-MEC, el juego había llegado a un punto muerto en el que Seade, otrora uno de los fundadores de la Organización Mundial de Comercio, pensó que había un alto riesgo de que no se aprobara.

En entrevista con EL CEO, Jesús Seade, cuenta cómo el respaldo que mostraron todos los partidos políticos de México al T-MEC fue parte de su estrategia para conseguir cambios que afectaban los intereses del país.

El miércoles tuvimos un día terrible de negociaciones, muy duro, se avanzó mucho y en la noche recibí el resumen de lo acordado por Estados Unidos y era basura, la mitad de lo que habíamos acordado iba para atrás. Ahí dije ¿qué hago, apechugo que es la tradición mexicana, apechugo o peleó?

El doctor en Economía por la Universidad de Oxford canceló las reuniones del jueves y ese día por la noche llamó a su amigo Robert Lighthizer, el negociador de Estados Unidos, para preguntarle si tenía caso que se reunieran el viernes.

Los temas de medicamentos biogenéricos, para los cuales los demócratas proponían flexibilizar la vigencia de la patente de acuerdo a sus leyes, así como el envío de inspectores laborales a empresas mexicanas, habían trabado las negociaciones. Meses antes, recuperar la soberanía del tema energético para México había ocasionado otro impasse.

Seade había sido advertido de que, si no aceptaba los cambios, no habría T-MEC, pero el negociador les dijo que estaba tranquilo; tenía un arma a su favor con la que Lighthizer no contaba.

A diferencia de Estados Unidos, la situación política en México era fuerte en cuanto al tema comercial; tanto el PRI, el PAN y el PRD habían apoyado a Morena para ratificar el T-MEC en el Senado, casi por unanimidad.

Había hablado con el presidente un mes antes y le dije, señor presidente, llegada la hora de la verdad me van a poner contra la pared, quiero saber si puedo jugar duro, porque si juego duro y me dan la vuelta llamando por teléfono a gente arriba de mi y cedemos, mejor busco el mejor resultado. ‘No, no, tú juégala como crees que sea la mejor, te apoyamos, el gobierno está contigo’, así me dijo el presidente

Los negociadores regresaron a la mesa el viernes, pero Seade había dejado claro que, si el proceso se iba a fines de 2020, luego de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, México estaba preparado.

Para ellos, que no hubiera un resultado, era crisis política, los demócratas llevaban diciendo un año que no y ya habían dicho que sí, y ahora de repente siempre no, ¿qué pasó negociador, dónde nos dejaste? O sea, ya tenían un delicado equilibrio, entre gobierno, demócratas y negociador, pero yo no tenía un delicado equilibrio, tenía un sistema político sólido diciéndome juégala como sea

Entre viernes y domingo, los temas se fueron resolviendo. Acordaron eliminar el tema de medicamentos biológicos, con lo que México logró que la protección a estos dure solo cinco años, y los inspectores laborales por un sistema de páneles integrados por expertos.

Así, Seade, especialista también en gestionar crisis financieras tras su paso por el FMI, consiguió cambiar el rumbo del partido al conectar el jonrón de la última jugada, o un walk off home run.

Pero fue hasta el martes por la mañana, cuando la ministra canadiense Chrystia Freeland llevaba un día en México y mientras que Lighthizer y Jared Kushner -el yerno de Trump-, viajaban­­­­­­­­­­ a México para firmar el Protocolo Modificatorio del T-MEC, que la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aceptó los cambios.

¿Un arma para Trump?

Ahora, la aprobación del T-MEC está casi planchada, y es de esperar que Trump, lo use como un arma para reelegirse. Una de sus principales promesas de campaña fue renegociar, o salirse del TLCAN, para el que México representa cerca de 80% de su comercio.

“El presidente Trump sin duda va a buscar decir ‘este es mi Tratado’, lo va a vender, los demócratas van a tratar de venderlo, vamos a ver qué tanto, ojalá no se politice demasiado”.

Aunque de acuerdo con Seade, los demócratas también pueden reclamar parte del crédito, ya que empujaron uno de los temas más importantes: el laboral, en el que más cambian las reglas del juego entre Estados Unidos y México.

El papel de China para México

Una de las cuestiones que Seade ha traído a la mesa es la relación de México con China, país con el que México tiene una balanza deficitaria de 75,922 millones de dólares, tan solo en 2019.

“Tenemos que ser más proactivos, acercarnos más y explotar ese gran mercado que no hemos explotado por una parte, pero no solo el lado deficitario, el lado comercial, sino que sobre todo, hay que entender que el gran inversionista para los próximos 10 años es China. Un tercio del crecimiento mundial viene de China”.

De los 3 billones de dólares que China tiene en reservas, 900,000 millones los ha puesto en un fondo soberano de inversión y China está ansiosa por invertir en el exterior.

Hay que ganarnos su confianza y hay que convencerlos de que su gran plataforma para conquistar los mercados del continente americano es México, con la frontera de 3,000 km con Estados Unidos, el mercado libre con Estados Unidos y las costas fabulosas en ambos mares, tenemos que atraer a China

El también ingeniero químico por la UNAM, es un especialista en el tema de China, en donde ha sido catedrático, así como en Hong Kong, donde también fue asesor del gobierno.

México, el puente entre China y Estados Unidos

Luego del acuerdo comercial al que han llegado Estados Unidos y China para salir de la guerra comercial, para Seade, resulta claro que Estados Unidos busca reducir su dependencia a China, aunque el dragón asiático no quiere perder ese mercado, por lo que México debe aprovechar esta situación.

La solución está en que China se haga un mayor aliado de México para producción desde México para el mercado de Estados Unidos, eso es lo que tenemos que buscar acercamiento a Estados Unidos y a China, convertir esto en un triángulo positivo, en el cual nosotros somos un eje con relaciones directas importantes con los dos

Aunque aclara que la relación más importante es sin duda con Estados Unidos y con China hay que trabajar no solo de manera bilateral, sino como base para que desde México aborde los mercados de América.

¿Y la 4T?

Seade fue fichado por AMLO aún sin conocerlo, con una misión: terminar las renegociaciones del TLCAN que inició el gobierno de Peña Nieto. Ahora, Seade es calificado como un experto y un patriota por el presidente.

Las dudas sobre si permanecerá en el gobierno han surgido a un paso de que el T-MEC sea aprobado en Canadá. “Yo estoy encantado trabajando con la cuarta transformación, no me gusta usar clichés, pero no es cliché, es una realidad, está cambiando el país”.

Por el momento, además, de seguir con su trabajo en la subsecretaría, AMLO le encomendó buscar formas de optimizar el T-MEC, principalmente para despertar el interés de China y otros países,

“Acabo de estar en Hong Kong mucho de lo que estaba hablando allá con empresarios de punta, con amigos muy conectados con la plana más alta del gobierno chino, discutiendo a nivel estratégico, qué hace, cómo es que esto le da más credibilidad, más confianza, más atractivo a México (…) Por ahora sigo con lo que estoy haciendo y ya veremos a dónde vamos después , lo que diga el presidente”.

Mientras tanto, el negociador de AMLO, espera que, el T-MEC, acompañado de una política industrial, es decir, el trabajo conjunto del gobierno con los empresarios se traduzca en desarrollo económico para México, a diferencia del TLCAN, que volvió al país competitivo en exportaciones, pero acompañado de bajos salarios.