El Banco de México (Banxico) tendrá en enero del próximo año un nuevo integrante en su Junta de Gobierno. El puesto será ocupado por un especialista en política monetaria quien a su vez ha sido uno de sus principales críticos: Jonathan Heath.

Uno de los primeros desencuentros de Heath con el resto de los integrantes de la Junta de Gobierno podría ser el aumento al salario mínimo propuesto por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ya que podría presionar la inflación, según lo que han argumentado.

López Obrador propone llevar el salario mínimo a 171 pesos hacia el 2024 y recortar el sueldo de los funcionarios públicos para que nadie gane más que el presidente –108,000 pesos mensuales–.

Heath está de acuerdo con la disminución de los sueldos de los altos funcionarios públicos, incluidos los del banco central.

Es un deber moral (subir el salario mínimo), es importante tener un salario digno, está en la Constitución (…) Lo único que hay que hacer es buscar una manera que no sea tan abrupta (el alza)

dice Heath en entrevista.

El doctor en Economía por la Universidad de Pennsylvania ha estudiado el tema del salario mínimo ampliamente; así lo plasma en el ensayo ‘El salario mínimo. Un recuento del debate público’.

Actualmente el salario mínimo es de 2,695 pesos mensuales, pero la línea de bienestar (canasta alimentaria más no alimentaria) era de 3,001.17 pesos en agosto, de acuerdo con el Coneval.

Contrario a esto, Banxico es una de las instituciones que paga las mejores retribuciones. El gobernador y los cuatro subgobernadores ganan en promedio 243,491 pesos netos al mes.

Ha trascendido que unos 200 funcionarios de Banxico adelantarán su retiro para recibir su pensión y no verse afectados por el recorte.

“Cada quien es libre de tomar la decisión que quiera, si una persona tiene un trabajo tiene toda la libertad de decir que no (…) Cada quien tiene sus necesidades, oportunidades y tomará su decisión”, dice Heath sobre la fuga de funcionarios públicos.

No obstante, dice que aún desconoce si esto puede afectar el desempeño del banco central. Por lo pronto, las cifras dejan ver las altas pensiones de algunos de sus exfuncionarios.

Miguel Mancera Aguayo, el primer gobernador del Banco, recibe 283,723 pesos mensuales, mientras que el exgobernador Guillermo Ortiz obtiene 227,077 pesos de pensión, de acuerdo con información a la que tuvo acceso EL CEO.

Por la jubilación “especial por retiro”, el exgobernador Agustín Carstens obtiene 112,662 pesos mensuales. Por su parte, el expresidente de México, Ernesto Zedillo, recibe 102,323 pesos luego de haber trabajado en el área de investigación económica, como subgerente de investigación económica.

Un outsider y crítico de Banxico

Heath, quien actualmente es un economista independiente, ha ocupado cargos como el de economista en Jefe para América Latina del área de investigación de HSBC y fue investigador del INEGI.

Entre sus críticas principales al Banxico están la medición del índice y el indicador de la confianza del consumidor, publicados por el INEGI pero cuya encuesta paga Banxico.

De acuerdo con Heath, el banco central dicta al INEGI, una institución también autónoma, la forma en que deben ser publicados para darle prioridad al índice y no al indicador, el cual marca que el mexicano es constantemente pesimista.

Por otro lado, a la pregunta sobre cuáles son sus fortalezas y qué aportará al instituto central responde que como un economista independiente que sabe de política monetaria:

entiendo los límites y los alcances de esta y no voy a proponer tonterías

“Era el miedo que tenían, que iban a nombrar a un economista que empezara a cambiar el rumbo de la política monetaria”, dice Heath, luego de las dudas de inversionistas respecto de si AMLO respetaría la autonomía del Banco.

¿Rondará el fantasma de Carstens?

El mandato de Agustín Carstens como gobernador de Banxico (2010-2017) fue criticado por algunos especialistas al señalar que el ahora gerente general del Banco de Pagos Internacionales concentró mucho poder tras conformar una Junta de Gobierno por economistas allegados a él, incluido el actual gobernador, Alejandro Díaz de León.

Agustín Carstens. (Reuters)

No obstante, Heath descarta que esta situación se repita. “Creo que Alejandro Díaz de León tiene una personalidad mucho más balanceada, creo que no es una persona obsesiva. No lo conozco lo suficiente, pero por lo poco que he platicado con él me parece que no busca ese control absoluto”.

El mandato dual y la Fed

En los últimos meses, algunas voces se han levantado para pedir que Banxico tenga un mandato dual y también vele por el crecimiento económico, como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), pero Heath no comulga con esa idea.

“Es solo un argumento político que no tiene realmente mucho sentido a nivel económico. Básicamente la conducción tal cual de la política monetaria no cambiaría con el mandato dual, es hasta cierto punto un debate irrelevante”, dice Heath, quien además de mostrar una preocupación por la divulgación correcta de los indicadores económicos es un rockstar en las redes sociales y no teme mostrar su desacuerdo con sus colegas.

Por lo pronto, indica que la tarea más complicada del banco central será lograr la desincronización con la Fed, es decir, dejar de elevar su tasa de interés referencial mientras que el banco central estadounidense hace lo contrario.

“Banxico compró margen de maniobra porque el diferencial entre las tasas de interés está bastante amplio, entonces con ese margen (7.75% vs 2-2.25%) creo que sí consigue lograr esa desincronización”, comenta Heath, pero dice que esto será un desafío importante en momentos en que la inflación sigue fuera de la meta del banco central.

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